La influencia liberal de finales del siglo XVIII y comienzos del siglo XIX en la formación de la República peruana: y los primeros héroes ciudadanos



Por: Marco Roncagliolo

"Es el nuestro un Estado concebido como un bello ideal y luego llevado penosamente a la realidad".
Jorge Basadre, Historica de la República del Perú.


I.-INTRODUCCIÓN:

La presente investigación busca demostrar la influencia liberal en la formación de la República peruana a través de los primeros ideólogos. 
La primera parte trata acerca de la influencia liberal en el Virreinato del Perú: el liberalismo; las reformas borbónicas del siglo XVIII en América; la influencia reformista del Convictorio de San Carlos; el Mercurio Peruano como divulgador de las ideas humanistas; y terminar con las influencias de las Cortes de Cádiz y la  Constitución de 1812 en la libertad de prensa 
La segunda parte muestra el accionar de muchos liberales tanto separatistas como reformistas que influencia en la creación de la República: El Acta y la Proclamación de la Independencia como manifestación de la voluntad popular; el Protectorado del Perú y las primeras instituciones del Estado; la convocatoria del Congreso Constituyente de 1822; la discusión entre los monárquicos y los republicanos; y la promulgación de las Bases de la Constitución de 1822 que proclama la República peruana.  
La tercera parte elabora un antecedente de la ciudadanía en la Constitución de Cádiz de 1812 y la Constitución de 1823 para ver quienes son considerados ciudadanos y quienes son los excluidos. Esto ayudará a sustentar por qué se les llama "héroes ciudadanos de la República" a José Olaya, Ramón Castilla y José Vidal y cómo sí cumplen con el requisito para recibir la ciudadanía peruana a inicios de la República.
La última y la cuarta parte se presentan las conclusiones.

Palabras claves: liberalismo, republicanismo, república, reformas borbónicas, Cortes de Cádiz, Convictorio de San Carlos, Constitución, héroes, Jorge Basadre, República peruana, Congreso Constituyente, Bases de la Constitución de 1822, Constitución de 1823, patriotas.

II.-INFLUENCIA LIBERAL EN LA COLONIA:
El origen inglés del liberalismo 
Filósofos Thomas Hobbes y John Locke de la Ilustración se le da el crédito de forzadores de las ideas liberales. Thomas Hobbes intenta el propósito y la justificación de la autoridad de gobierno. Él construyó la idea de un contrato social que individuos garantizan su seguridad y forman el Estado. Hobbes, así, desarrolla la idea del contrato social, en el cual individuos en un estado anárquico y brutal se reúnen para establecer una autoridad de Estado.
Mientras Locke en su "Segundo Tratado" publicado en 1689. Inicia con un estado de la naturaleza, donde individuos no tienen obligación de obedecer, pero cada uno juzgar qué requiere la ley de la naturaleza. Locke creía que un contrato legítimo debe existir entre ciudadanos y la monarquía, una oligarquía o una mezcla de los dos. Locke hace una distinción entre el Ejecutivo como un "Poder siempre en el ser" que debe ejecutar y el Poder Legislativo, "el poder supremo de riqueza común", con consentimiento del individuo o "por representantes elegidos por ellos" (Zinn: 2005, pp.73-74).
En conclusión, el origen del liberalismo se le atribuye a Thomas Hobbes y John Locke. Hobbes plantea que la anarquía y la brutalidad reúne a las personas para garantizar su seguridad y forman un Estado. Locke, por su lado, sostiene en su "Segundo Tratado" en 1689 indica que cada individuo debe juzgar qué requiere el derecho natural. El gobierno representativo que plantea un intermedio entre los ciudadanos y la monarquía, la aristocracia, y hace una distinción entre el ejecutivo como administrador y el legislativo trabaja con el consentimiento del individuo o sus representantes. 

Sobre los primeros liberales en España
Antes de la Revolución Francesa, el primer liberalismo en España llegó con los austracistas e ilustrados. Juan Amor de Soria, José Agustín Ibáñez de la Rentería, Valentín de Foronda y León de Arroyal son los fundadores de la tradición liberal. 

Después la Revolución Francesa y la Guerra de la Convención, el gobierno de Manuel Godoy desplegó una campaña reaccionaria para justificar la guerra contra Francia. En este momento surgió un grupo ilustrado influenciado por los revolucionarios franceses a superar a los moderados de la Ilustración, lo que permitió un movimiento abierto liberal (Morange y Gutiérrez: p. 503). 

En la última década del siglo XVIII se produjo una agitación liberal impulsada desde Bayona que adoptaron los principios e ideales de la Revolución Francesa y del liberalismo. La Guerra de Independencia dividió entre una élite social e intelectual española de ideas políticas de avanzadas y un bando afrancesado. 


Sobre el Despotismo Ilustrado y las reformas borbónicas en el Virreinato del Perú
A inicios del siglo XVIII, la dinastía Borbón inició las reformas en España y ultramar. Las innovaciones borbónicas se basó en el pensamiento Ilustrado, un movimiento basado en la razón, en la confianza de la razón humana, el descrédito de las tradiciones, la oposición a la ignorancia, la defensa del conocimiento científico. La Ilustración llegó a España por la aristocracia, los funcionarios y los eclesiásticos. Los ministros de los reyes Carlos III y IV introdujeron ideas ilustradas mediante la Sociedad Económica Amigos del País y periódicos de la época (Escalante: 2008, pp. 194-205).

En América, entre 1760 y 1808, las reformas fueron una estrategia para el desarrollo de intereses materiales y la riqueza en cambios fiscales, militares y comerciales. Tres visitas parciales (1710-1715, 1716 y 1729-1733) habían mostrado la necesidad de modificar el estado de las cosas (Id: pp. 205). 

Entre las medidas se: mantuvieron las restricciones de comercio con las colonias; se suprimió el monopolio de los puertos de Sevilla y Cádiz; eliminó los derechos de salido de la Península y de entrada en América; limitó los puestos a los criollos por los peninsulares; formaron milicias en 1760 compuesta por criollos, españoles, pardos y mestizos; y establecieron intendencias como ente político-administrativo, en 1776, para quitarle el poder al virrey (Estrada: FUAC, pp. 4-7).

En el Virreinato del Perú, se aplicaron reformas con la creación de nuevos virreinatos, la nueva división territorial y la aparición de los reformistas. Ante la necesidad de impedir el contrabando de mercadería en los puertos del Norte de Nueva Granada, Santa Marta y Maracaibo. El virrey del Perú Nicolás Caracciolo, príncipe de Santo Buono, ordenó en 1717 erigir el Virreinato de Nueva Granada (Porras Barrenechea: p. 35).

Y ante la guerra contra los portugueses, en 1776, se creó el Virreinato del Río de la Plata por el rey de España. Partieron del Perú la Audiencia de Charcas que, creada en 1559, comprendida del Collao hasta Ayaviri, Asillo y Atucana; las provincias de San Gabán y Carabaya; y la de Majos y de Chunchos (Ibidem: P. 35-36). 

Por otro lado, durante el gobierno del virrey Croix el año 1782 se cambió la división territorial. Antiguos corregimientos los reemplazó por divisiones más amplias llamadas Intendencias. Así, el Perú se dividió en siete intendencias: Lima, Trujillo, Arequipa, Tarma, Huancavelica, Huamanga y Cuzco. Después se creó la Intendencia de Puno. En 1787 la nueva Audiencia de Cuzco se le agregó la Intendencia de Puno. La Intendencia de Chucuito y Puno se incorporó al Perú en 1786. (Ibidem.: pp. 37-38)

Y dentro de los reformistas van a surgir dos grupos: uno, el arraigado a su propia región, en unidad a cada Audiencia; otro grupo, la reacción contra el abuso del funcionario, contra el impuesto excesivo, contra la lentitud en la administración.  

En ese contexto, la reformas borbónicas durante el siglo XVIII fueron llevados a cabo por “déspotas ilustrados”. La Ilustración fue introducido en España por la aristocracia, los funcionarios y los eclesiásticos. En América, las reformas borbónicas consisten en restricciones de cargos para criollos, creación de milicias y el establecimiento de la Intendencia. El Virreinato del Perú vivió las reformas borbónicas, entre ellas están: la creación de nuevos virreinato para detener el contrabando y la guerra contra los portugueses; y la división territorial con la Intendencia.


Sobre los Ilustrados en el Convictorio de San Carlos
El Convictorio de San Carlos fue un centro de estudios fundado el 7 de junio de 1770 durante el gobierno del virrey Amat y Juniet, reemplazando a los colegios jesuitas de San Felipe y San Martín. En este centro de estudios don Toribio Rodríguez de Mendoza ejercía como rector, quien se propuso convertirlo en el principal centro de estudios del virreinato del Perú. Rodríguez de Mendoza fue un defensor del regalismo borbónico, antijesuitismo, rechazo a la religiosidad popular y a la escolástica.

El plantel de profesores de alto nivel académico incluía a José Baquijano y Carrillo y José Faustino Sánchez Carrión, ambos tutores que influenciaron con sus ideas reformistas. Miembros de la Sociedad de Amantes del País y activos colaboradores del Mercurio Peruano fueron influyentes educadores, como Vicente Morales Duárez, Diego Cisneros, Manuel Lorenzo Vidaurre, entre otros. Por eso, no es casual que diputados carolinos fueran representantes al Perú en las Cortes de Cádiz, como Vicente Morales Duárez, Joaquín Olmedo, Ramón Feliú, Blas Ostolaza, Mariano de Rivero y José Antonio Navarrete. 

En ese ambiente, se educaría Bernardo de Torre Tagle y Bernardo O’Higgins. Torre Tagle mantuvo su postura tolerante con el dominio español. Después, fue enviado como diputado electo, pero llegó tarde a Cádiz en 1813 y se quedó al reinstaurarse la monarquía absolutista de Fernando VII en 1814. O’Higgins, mientras tanto, viajó a Inglaterra para seguir sus estudios en Richmond, Inglaterra. Tuvo como mentor al venezolano Francisco de Miranda y Rodríguez y se involucró en la logia masónica londinense siguiendo el modelo estadounidense 

La llegada de San Martín al Perú motivó a los carolinos a la causa independentista. En la Gaceta de Lima, en 1822, la obra progresista de Rodríguez de Mendoza <<plantó semillas en medio de los peligros y a pesar de los esfuerzos del despotismo>>. Así, se entiende que sus pupilos fuesen los primeros en firmar y jurar el acta de la Independencia (O’Phelan: 2014, pp. 283-288).

Conforme a lo anterior, el Convictorio de San Carlos fue creado por el virrey Amat en 1770. Su rector Toribio Rodríguez de Mendoza se propuso convertirlo en el principal centro de estudios del virreinato. Su plana de profesores incluyó personajes como Baquíjano y Carrillo, Lorenzo de Vidaurre y José Faustino Sánchez Carrión. Muchos carolinos fueron representantes del Perú en las Cortes de Cádiz como Morales Duárez. Dos conocidos alumnos fueron Bernardo O’Higgins quien recibió educación en Inglaterra y separatista, mientras Bernardo de Torre Tagle fue representante del Perú y de una postura tolerante a España. La Gaceta de Lima en 1822 reconoció en Rodríguez de Mendoza el que plantó las semillas liberales; luego, sus pupilos firmaron el acta de Independencia. 


Sobre el Mercurio Peruano y la divulgación de la Ilustración
Mercurio Peruano fue un diario de historia, literatura y noticias públicas que inicia en 1790 gracias a Jacinto Calero y Moreyra con integrantes de la Sociedad de Amantes del País. El primer número aparece el 2 de enero de 1791. Usualmente, cada número aparecen ocho páginas y cada tres días. 

El Perú es el gran tema del Mercurio. Además de la historia, geografía, literatura, filosofía, medicina, bellas artes, economía, minería, comercio, agricultura, comunicaciones, diversiones, costumbres, educación, técnica y religión. 

La formación peruanista tiene fuentes diversas y seguras. Están Garcilaso, Las Casas, Herrera, Acosta, Peralta, Escalona y Agüero, la Recopilación de las Leyes de Indias, Calancha, Códova y Salinas, el conde de la Granja, Olavide, Gómara, Llano Zapata, Avendaño, Pérez de Menacho, Meléndez, Ignacio de Castro, Caviedes, Cerdán y otros.

El dominio de los clásicos aparecen Platón, Aristóteles, Homero, Plutarco, Euclides, Demócrito, Demóstenes, Aristófanes, Julio César, Cicerón, Flavio Josefo, Plinio, Ovidio. Igualmente, el mundo de la Ilustración con temas cercanos. Están la Enciclopedia francesa, D' Alambert, Bacon, Buffon, Condillac, el padre Feijoo, Rousseau, Voltaire, Newton, Heinecio, Laplace, Lavoisier, Linneo, De Paw, Descartes. 

Bajo seudónimos están presentes José Rossi y Rubí, José María Egaña e Hipólito Unanue, quienes son los directivos. Asimismo, están José Baquíjano y Carrillo, Jacinto Calero y Moreyra, Ambrosio Cerdán, Toribio Rodríguez de Mendoza, José Pérez Calama y Vicente Morales Duárez. 

El conjunto de suscriptores del Mercurio Peruano estaba constituido por quinientas diecisiete personas. 278 de la ciudad de Lima; 87 al interior del Perú; 44 de los otros virreinatos; y el resto de los suscriptores no se ha definido su origen. Así, este periódico tiene un contenido criollo y andino; clara expresión de lo mestizo (De la Puente Candamo: 2013, pp. 54-6). 

De acuerdo a lo anterior, el Mercurio Peruano fue un periódico para difundir el Perú. Los temas de humanidades incluyeron Historia, geografía, filosofía y más. Mientras las fuentes peruanistas más resaltantes estaban Garcilaso, Calancha y Las Casas. La Enciclopedia francesa estuvo presente entre los más resaltantes con Rousseau, Feijoo, Voltaire, Newton y Descartes. Escritores que utilizaron seudónimos fueron varios carolinos como Hipólito Unanue, Vicente Morales Duárez, Toribio Rodríguez de Mendoza, entre otros. La mayoría de los suscriptores fueron de Lima, el Perú y otros lugares de América. En este periódico se forma la conciencia sobre la sociedad peruana.


Sobre las Cortes de Cádiz de 1808 y la firma y jura de la Constitución de Cádiz de 1812 en el Virreinato del Perú
La Revolución Francesa de julio de 1789 y su desarrollo en 1799 cuando Napoleón Bonaparte toma el poder. La corte de Madrid fue el llamado “pánico de Floridablanca”, un grupo de medidas represivas de un “cordón sanitario” para evitar el “contagio revolucionario”. 

En 1796 Carlos IV y su primer ministro Manuel Godoy dieron una política para aliarse a la Francia revolucionaria. Así, entraron en guerra contra Gran Bretaña. Tras la Paz de Amiens de 1802 se inició la segunda guerra contra Gran Bretaña. La flota fue derrotada por la flota británica del almirante Nelson en la batalla de Trafalgar. 

La crisis borbónica con la conjura de El Escorial en noviembre de 1807 y con el motín de Aranjuez en marzo de 1808, Godoy perdió el poder y Carlos IV abdicó y entregó el poder a su hijo Fernando VII. Dos meses después, ambos van a abdicar en Bayona por el hermano de Napoleón Bonaparte, José I Bonaparte. Se inicia la Guerra de Independencia Española, unos españoles patriotas y, otro grupo, los afrancesados. 

Entre 1808 y 1814, España vivía un proceso de guerra y revolución. La guerra de liberación contra los franceses. Y la revolución política por un sector de la burguesía liberal que intenta cambiar el modelo político, económico y social. En el verano de 1808, las juntas locales y provinciales que dirigían la resistencia, enviaron representantes a la Junta Suprema Central. La Junta reconoció a Fernando VII como legítimo rey y asumió su autoridad hasta su retorno. 

En mayo de 1809, la Junta Central convocó a Cortes, pero los enfrentamientos con las Juntas provinciales hizo, en enero de 1810, que se disuelva y nombre a una Regencia que volvió a convocar a las Cortes. En la isla de León, el 24 de septiembre de 1810 y el 21 de febrero de 1811 se desarrollaron las tareas en la iglesia de San Felipe de Neri. Después de la convocatoria, se desarrollaron en América y Asia las elecciones de los diputados propietarios. 

Las primeras elecciones en el Virreinato del Perú fue con representante de la Junta Central Gubernativa de 1809. En esta situación, los cabildos tenían que proponer tres individuos de probidad, talento e instrucción. Diecisiete ciudades tuvieron derecho a voto: Arequipa, Camaná, Moquegua (Intendencia de Arequipa); Cajamarca, Chachapoyas, Lambayeque, Piura y Trujillo (Intendencia de Trujillo); Lima e Ica (Intendencia de Lima); Huánuco y Tarma (Intendencia de Tarma); y Cuzco, Huamanga, Huancavelica y Puno (en sus capitales) (Sala I Vila: 2004, p. 214).

Del Virreinato del Perú, se nombraron más de 20 diputados entre los propietarios y suplentes. Los diputados suplentes: Vicente Morales Duárez, Ramón Feliú, Dionisio Inca Yupanqui, Antonio Suazo y Blas Ostolaza. Lo propietarios: Francisco Salazar y Carrillo, electo por Lima se pronuncia sobre el derecho de castas americanas y la igualdad de representación. Tadeo Joaquín Gárate, diputado electo por Puno, también, se incorpora a las Cortes el 4 de julio de 1813 y firma el “manifiesto de los persas”. Y José Bernardo de Tagle y Portocarrero, diputado electo por Lima, vió aprobado sus poderes el 21 de marzo de 1814.

Las propuestas de los diputados como Manuel Galeano, nacido en Cuzco y diputado electo por esa ciudad era el “amante defensor de los pobre indios”. Vicente Morales Duárez, por su parte, presidente de las Cortes, busca la felicidad común entre España y sus colonias. Mientras Dionisio Inca Yupanqui manifiesta sancionar la esclavitud y relata la amargura de América. Argüelles, diputado liberal, sostiene que los indios son los que más sufren y quienes menos se quejan. Feliú apela enaltece a la población andina. José Joaquín Olmedo, interviene con argumentos en un discurso contra la mita.

El 19 de marzo de 1812, se promulga la Constitución de Cádiz, el cual registra la firma de los siguientes representantes del Perú: Dionisio Inca Yupanqui, Antonio Suazo, José Lorenzo Bermúdez, Pedro García Coronel, Ramón Feliú, Vicente Morales Duárez, Blas Ostolaza, Francisco Salazar y José Antonio Navarrete. Además, se discutió el proyecto de abolición de la Inquisición el 18 de diciembre de 1812 y se aprueba el 22 de febrero de 1813. En las mismas Cortes, el 10 de noviembre de 1810, se aprueba la libertad de imprenta (Id.: pp. 98-110)

En el virreinato del Perú, entre el 2 y el 6 de octubre de 1812, el virrey Abascal recibió el decreto de regencia con la instrucciones sobre el modo y la fórmula del juramento. El virrey demandó triples certificados, uno en su despacho y dos al Congreso. Esto fue seguido el 9 de diciembre, con la elección popular de alcaldes y regidores en la ciudad de Lima, en iglesias y conventos. El ritual consistió en la lectura pública del texto completo en cuatro lugares: la Plaza Mayor, la Plaza de la Merced, la Plazuela de Santa Ana y la de la Inquisición (Ortemberg: pp. 209-211).

Con la abolición de la inquisición, el 3 de septiembre de 1812, un movimiento popular invade y saquea el domicilio del Tribunal de la Inquisición en Lima, siendo muestra de la inquietud de esos años. Mientras, la libertad de imprenta da paso a varios diarios como El Peruano, el 6 de septiembre de 1811; El Cometa, entre 1812 y 1813; y El Mercurio Peruano vinculado a Hipólito Unánue. En lo ideológico y político, los diarios utilizan palabras sobre el Antiguo Régimen con términos de “cadenas”, “tiranía” y “oprobio” (De la Puente Candamo: 2013, pp. 108-117).

En ese contexto, la invasión napoleónica motivó la abdicación del rey Carlos IV y su hijo. En su lugar, José I Napoleón, hermano de Napoleón Bonaparte, asumió el reinado de España. Así, se inicia la guerra de Independencia en España y los liberales se forma la Junta Locales y Provinciales dirigen la resistencia y envían representante a la Junta Suprema. En mayo de 1808, la Junta Central convoca a Cortes en Cádiz, se inicia las elecciones en América y Asia. El Perú envía varios representantes que resaltan Dionisio Inca Yupanqui y Vicente Morales Duárez, quienes tratan temas sobre la abolición de la mita, la abolición de la esclavitud y la autonomía comercial. Después de la firma de la Constitución de Cádiz en 1812 y la juramentación en el Virreinato del Perú en octubre. El virrey Abascal solicitó tres certificaciones y el 9 de diciembre se llevó a cabo la lectura del texto completo en la Plaza Mayor, la Plaza de la Merced y la Plaza de la Inquisición. Con la abolición de la Inquisición, una turba toma por asalto el local y lo saquean. Asimismo, la libertad de prensa permite la proliferación de diarios críticos del régimen con términos como "tiranía" y "oprobio".


II.-INFLUENCIA LIBERAL EN LA REPÚBLICA:
Sobre la voluntad de los pueblos en la firma del Acta de Independencia y la proclamación de la Independencia
Supe, lugar que vio con simpatía los cruceros de Cochrane, proclama el 5 de abril de 1819 su independencia. Los vecinos de Supe se juntaron en el cabildo el día 5 proclamando la Patria y ofreciendo sus esfuerzos a favor de ella, según Pezuela. El 20 de octubre de 1820, se proclama de la Independencia en Ica. El intendente de Trujillo, el marqués de Torre Tagle, "el 29 de noviembre de 1820 se pusieron carteles manuscrito a las 2pm para concurrir a la Plaza pública para la proclama de la Independencia. Estaba llena, de cuanto Trujillo podía dar." (De la Puente Candamo: 2013, ppp. 165-7)

El 15 de julio de 1821, a la once de la mañana, se inicia la sesión del Ayuntamiento de Lima dirigida por el alcalde Isidro Cortázar y Abarca, conde de San Isidro, donde se escucha el discurso de José de Arriz: "Ya alistan todos nuestros jóvenes, y ofrecen sus vidas por la Patria y su justa causa. Está echada la suerte [...]. Si es llegado el punto, el momento de nuestra suspirada declaración, ¿no concurrieron al voto unánime y sentimiento general de todos? ¿Lo dilataremos? ¿Nos arredrará el temor vano, o cualquier que se a el peligro incierto del futuro? Esta ciudad es la primera de esta América [...]; ansían por su valerosa decisión: anhelan por su testimonio".

Posteriormente, se aprueba y firma el acta de la sesión. El voto central es <<que la  voluntad general está decidida por la Independencia del Perú de la dominación española y de cualquier otra extranjera>>. El acta fue redactada por Manuel Pérez de Tudela y firmada por Isidro Cortázar y Abarca, conde de San Isidro; José Matías Vásquez de Acuña, el conde de la Vega del Ren; Toribio Rodríguez de Mendoza; Hipólito Unanue; Francisco Xavier Luna Pizarro; José de la Riva Agüero; y Andrés Bolognesi Campanella, padre de Francisco Bolognesi; y otros.

Luego, San Martín ingresa sin disparar una bala. El sábado 28 de julio de 1821 proclama la Independencia <<por la voluntad general de los pueblos>> en la Plaza Mayor. Esta ceremonia se reitera en la plazuela de La Merced, en la Santa Ana  y en la de la Inquisición. A fray Cipriano Rodríguez, contrata la música. A Lorenzo Conti le corresponde la cena y se compra a Manuel Chávez para la iluminación. Agustín Larrea prepara la estrella y regatón de plata dorada que mandó hacer el Conde de la Vega del Ren para el pendón de la jura de la Independencia del Perú. Manuel Ramírez recibe 300 pesos por los bordados de la bandera. Pedro Alvarado prepara cordón y borlas para el estandarte del cabildo. Jacinto Ortiz cuida la colocación de bancas. José Leandro Cortez pinta el asta de la bandera y la puerta de la sala del cabildo. José Arellano, por último, prepara el estandarte. De esa forma se organizó la proclama. (De la Puente Candamo: 2013, pp. 166-170)

Fue así, el acta y la proclamación de la Independencia del Perú. Tuvo previas declaraciones de la Independencia en Supe, Ica y Trujillo, este último dirigido por el intendente Bernardo de Torre Tagle, en 1820. La sesión del Ayuntamiento de Lima dirigido por el alcalde Isidro Cortázar y Abarca, se firma el acta que proclama la Independencia el 15 de julio de 1821 por varios nobles y vecinos de Lima. Luego, el sábado 28 de julio de 1821, San Martín proclama la Independencia <<por la voluntad general de los pueblos>>. Víctor Andrés Belaunde señaló que los ayuntamientos son los voceros legítimos de las ciudades y provincias, las cuales manifiestan a través de ellos su voluntad.

 


Sobre el Protectorado del Perú: el establecimiento del primer Estado peruano 
La creación del Protectorado el 3 de agosto de 1821 es el nacimiento del Estado peruano. San Martín es Protector de la libertad del Perú. El documento central es el Estatuto provisional por el Protector de la Libertad del Perú es un ínterin de la constitución permanente del Estado, del 8 de octubre de 1821. Este modelo del Poder Ejecutivo fue tomado del protectorado de Oliver Cromwell(Victoria Crespo: 2015, CEH). 

El Estatuto contiene diez secciones y dos artículos. La religión es católica; la suprema potestad reside en el Protector; los ministros son responsables de los departamentos; las municipalidades subsistirán; se afirman los derechos de los ciudadanos y la libertad de imprenta; <<son ciudadanos los que hayan nacido o nacieran en cualquier de los Estados de América>>.

A la vez, se instala en Lima la Alta Cámara de Justicia, se prepara su reglamento de la  administración de justicia y otro para los juzgados de secuestros. La legislación sobre españoles: <<todo español que se dedique a su trabajo y respete las leyes del Estado será amparado en su persona y propiedades>>. Los tres primeros ministerios: Estado y Relaciones Exteriores dirigido por Juan García  del Río; Guerra y Marina, encomendado Bernardo Monteagudo; y Hacienda, nacido en Arica y único peruano del primer gobierno. 

Hacienda sostenía a los ejércitos permanentes y mantenía el orden: Estado, Hacienda y Ejército. Hipólito Unanue asumió sin ser economista, pero sí un burócrata. La primera medida fueron gastos administrativos, el resultado fue un ajuste final de 43 000 pesos. Así, se decidió la expoliación de bienes españoles, el resultado fueron los empréstitos extranjeros. Con los ingresos desplomados, Unanue se apoyó en el papel moneda, pero quebró el papel sin el aval de la Municipalidad de Lima que no liberó. Así fue el fin de la Hacienda y de Unanue ministro (Martínez: 2014, pp. 310-320).

La Legión Peruana de la Guardia es el primer cuerpo del Ejército Peruano, el 18 de agosto de 1821. La captura del buque Sacramento en Paita, el 17 de marzo de 1821, es el inicio de la Marina de Guerra del Perú. El 18 de septiembre de 1822 se convoca al Congreso para el día 20. San Martín se retira a su casa en Magdalena y se embarca a Valparaíso. Nunca vuelve a regresar al Perú (De la Puente Candamo: 2013, pp. 174-188)

De lo anterior, el Protectorado del Perú creado por San Martín el 3 de agosto de 1821 fue el primer Estado peruano. El Estatuto del Protectorado del Perú nombró a San Martín como el Protector del Perú, la religión católica como la oficial y son ciudadanos los nacidos en los Estados de América. Se creó un sistema judicial con la Alta Cámara de Justicia, un reglamento de justicia y otro para los secuestros. Se establecieron los primeros ministerios: Estado y Relaciones Exteriores (García del Río); Guerra y Marina (Monteagudo); y Hacienda (Unanue). Además se formó el primer Ejército llamado la Legión Peruana de la Guardia y la Marina de Guerra del Perú con la captura del buque Sacramento. Finalmente, el 18 de septiembre se convoca al Congreso y San Martín se retira a Magdalena y se embarca en Ancón.

 

Sobre el primer Congreso Constituyente y la formación de la República peruana en las Bases de la Constitución de 1822
Para el procedimiento de elecciones de diputados se reprodujo el sistema implementado por la Constitución de Cádiz. En los departamentos bajo dominio de los independentistas (Lima, Tarma, Huaylas, Trujillo y la costa), los ciudadanos eligieron a los electores a nivel municipal y colegios electorales. Los departamentos ocupados fueron representados por vecinos originarios de esas zonas (Ortemberg: p. 282). Con ello, se eligen 79 diputados titulares y 38 suplentes, de acuerdo al censo de 1795. El más alto es Trujillo; le sigue Cusco con 14; Arequipa con 9; Lima y Huaylas con 8 cada uno. En menor proporción Puno y Tacna con 6 y Huancavelica con 3. 

<<Peruanos. Desde este momento queda instalado el Congreso Soberano, y el pueblo reasume el poder supremo en todas sus partes>> manifiestan el 20 de septiembre de 1822 al instalar el Congreso Constituyente y se entregan las insignias del poder a los representantes (Tamariz Lúcar: 1995, pp. 2-3). Integrado por varios intelectuales de un alto nivel. Entre los eclesiásticos figuran Luna Pizarro (primer presidente del Congreso), Rodríguez de Mendoza, Mariano José de Arce, Tomás de Méndez y Lachia y Carlos Pedemonte. Abogados son Sánchez Carrión, Mariátegui, Ramírez de Arellano, Pérez de Tudela, Olmedo y Figuerola. Hipólito Unanue, Pezet y Tafur son los médicos (Candamo: 2013, p. 190). 

Posterior a la dimisión de San Martín, el Poder Ejecutivo pasó a manos del Congreso. El 21 de septiembre de 1822 se crea la Junta Gubernativa (Basadre lo llama "Gobierno de los Tres Diputados") (De la Puente Candamo: 2013, pp. 188-190). Se designó a José de La Mar, Felipe Antonio Alvarado y Manuel Salazar y Baquíjano, conde de Vista Florida. Un reglamento provisional estableció las atribuciones y nombró a La Mar como su presidente (Ortemberg: p. 283). 

La forma de gobierno al Estado peruano son asuntos discutidos en ese momento. Pérez de Tudela y Arce defienden la República. Moreno apoya la monarquía. Sánchez Carrión piensa en que <<seríamos excelentes vasallos, y nunca ciudadanos>>. La tarea de enseñanza práctica del uso de los derechos políticos no es posible en una monarquía. Monteagudo es creyente en sistemas de autoridad que impida la anarquía, está al lado de San Martín en sus planes monárquicos (De la Puente Candamo: 2013, p.185). 

Finalmente, el 17 de diciembre de 1822 se convoca para la juramentación de las Bases de la Constitución indica que las provincias del Perú están conformadas <<en un solo cuerpo forman la Nación Peruana>>. La soberanía reside en la Nación; esta Nación se denominará República peruana. El sistema de gobierno es popular y representativo. Su religión es la Católica. Al final, se afirma la libertad de los ciudadanos, la de impreta, el derecho a la seguridad personal, seguridad del domicilio, la abolición de los privilegios hereditarios y del comercio de negros (De la Puente Candamo: 2013, p. 190). 

El mes de noviembre de 1823 se promulgó la primera Constitución Política de la República peruana. El presidente debió dirigirse a la sala de sesiones para prestar juramento. Con similitud a lo prescrito en la lectura de la Constitución de Cádiz de 1812. Esta vez, se leyó en "la plaza mayor de la Independencia"; el segundo, en la plazuela de La Merced; el tercero en la de San Pedro; finalmente, en la plazuela de la Constitución (Ortemberg: 2014, pp. 291).


Debido a la derrotas del general Rudecindo Alvarado en las batallas de Torata y Moquegua en los puertos Intermedios. El general Andrés Santa Cruz y los jefes del ejército patriota se reúnen el 26 de febrero de 1823 en un cuartel de Lurín. En la noche del 27 de febrero deciden marchar con sus corceles hasta Balconcillo, donde envían un mensaje al Congreso que exigen la desintegración de la Junta de Gobierno y el nombramiento del coronel José de la Riva Agüero como presidente de la República. El Congreso acepta la conclusión de la Junta y nombra el 28 a José de la Riva Agüero presidente de la República (Tamariz Lúcar: 1995, pp. 7-8). 

En síntesis, San Martín convoca a elecciones para el Congreso Constituyente que el 20 de septiembre de 1822 asume el poder. El Congreso estuvo compuesto por José Faustino Sánchez Carrión, Xavier Luna Pizarro, Toribio Rodríguez de Mendoza, Hipólito Unanue y otros intelectuales carolinos y mercuristas. El Congreso, además, nombra a la Junta de Gobierno dirigida por el diputado La Mar. La discusión entre la monarquía constitucional con Monteagudo y San Martín a la cabeza y la República con el apoyo de Sánchez Carrión. El 17 de diciembre las Bases de la Constitución inauguran la forma de gobierno de la República peruana que proteja la libertad, la seguridad, la propiedad y la igualdad civil. En noviembre de 1823 se promulga, jura y lee la Constitución Política de la República peruana. Pero el golpe de Balconcillo inaugura una sucesión de golpes de Estado hasta el 5 de abril de 1992 con Alberto Fujimori y Vladimiro Montesinos a la cabeza que terminó a fines de año 2000. 


Sobre tres problemas en la reflexión de la República del Perú después de ciento ochenta y nueve años
"Es nuestro un Estado concebido como un bello ideal y luego llevado penosamente a la realidad", conforme a Jorge Basadre. En los ciento ochenta y nueve años de la Historia de la República del Perú, en un inicio los ideales de la democracia y la libertad del Libertador José de San Martín se fueron diluyendo con el pasar de los años. La realidad se impuso dejando tres problemas como: golpes de Estado, crisis económicas y corrupción, los cuales se han mantenido con casos en la actualidad como los CNM Audios y el caso Lava Jato. 

Los golpes de Estado se inauguraron con el motín de Balconcillo que asumió el coronel José de la Riva Agüero y Sánchez Boquete, esto terminó en su huída y creación un Congreso a su medida en Trujillo. De ahí, siguieron los golpes de Estado de caudillos militares provenientes de héroes de la Independencia: La Fuente y Agustín Gamarra, uno terminó depuesto y el otro muerto en batalla. Luego, los golpes de Estado de militares de la Guerra con Chile como Miguel Iglesias y Andrés Avelino Cáceres con deudas externas que tuvo que realizarse el contrato Grace. 

Después en el siglo XX, los golpes de Estado institucionalizados con Sanchez Cerro mediante elecciones generales; con Odría a través de la creación del partido político odriísta; y con Juan Velasco Alvarado con reformas sociales y políticas fueron dejadas de lado por los gobiernos democráticos. Luego, el último fueron golpe de Estado de civiles como Augusto B. Leguía que inicia una obra de infraestructura masivas en todo el país; y el Autogolpe el 5 de abril de 1992 con Alberto Fujimori, un ingeniero agrónomo y outsider, como el autócrata y Vladimiro Montesinos, su asesor presidencial.

El otro mal de la República ha sido la corrupción que inclusive lo menciona el historiador Alfonso W. Quiroz. En el siglo XIX, el patronazgo de los caudillos militares intercambiaban mediante sobornos en los contratos públicos e intercambiaban ganancias por la adquisición de armas en la mitad del siglo XIX. 

En los setentas y ochentas surgieron los financiamientos de campañas políticas con el dinero del narcotráfico. Para finalizar en los noventas, con el gobierno de Fujimori y Montesinos en el acaparamiento de los recursos del Estado para crear una red de corrupción (público-privada).

La consecuencia de lo anterior, ha terminado causando situaciones de crisis económicas sumadas a las crisis internacionales. El secuestro de propiedades de españoles durante el gobierno de Hacienda de Hipólito Unanue. La explotación del guano, otra situación, llevó a gastos excesivos que terminaron ahogando los recursos del Estado y el aumento de la deuda externa. 

Seguido de la crisis en 1929 que causó la caída de la moneda, las rentas fiscales y de la importanción terminó con la caída de Augusto B. Leguía. El gobierno de Alan García con medidas económicas populistas terminaron dejando al país con una inflación del 2 750%.  

(Tamariz: 1995, Juan Campodónico)


En síntesis, la República del Perú ha pasado por momentos difíciles que han marcado la historia del país. Los sucesivos golpes de Estado han debilitado la institucionalidad y no permitido la continuidad de las políticas de Estado o un Plan País. A eso, se suma la corrupción por los intereses de grupos de poder con poca preocupación y sin un plan de desarrollo a largo plazo. Los contratos, el financiamiento ilegal y el soborno han marcado gran parte de la inversión pública. Por último, la crisis económicas sumadas a las crisis internacionales en distintos momentos fueron arrojados crisis internas por medidas de gobierno irresponsable. 

Con el regreso de la democracia, el Caso Lava Jato y los CNM Audios han marcado a muchos gobiernos democráticos como Alejandro Toledo, Alan García, Ollanta Humala y Pedro Pablo Kuczysnki entre otras autoridades. Sin embargo, muchos se han olvidado que los ciudadanos tenemos las suficientes herramientas para defender el ideal de patria que nuestros ideólogos soñaron: equidad, libertad, democracia e inclusión. Esas herramientas son: la protesta, las redes sociales, las páginas Web, los vídeos de YouTube, las peticiones, el referéndum, la votación, la Audiencia Pública y la vacancia, como formas de participación ciudadana. 


 

IV.-LA PRIMERA CIUDADANIA EN EL PERU Y LOS PRIMEROS HEROES CIUDADANOS
Sobre el servicio al país como requisito de ciudadanía peruana y los primeros héroes ciudadanos de la República 
En el Clima de Lima de Hipólito Unanue, el intelectual peruano presenta las razas con una transcripción ilustrativa: Español, Negra, Mulato, Sambo, Indio, Mestizo. En el caso de la población no blanca, los negros, pardos, mulatos, mestizos y otras castas, eran consideradas inferiores. Con la aprobación de la Constitución de Cádiz de 1812, indica que: "La Nación española es la reunión de españoles de ambos hemisferios", excepto los hombres no "libres", quiere decir esclavos (art. 5); aparte de estar excluída la mujer; y mas bien la inclusión del pago del diezmo indígena (Takeishi: 2008, pp. 3, 7 y 12).

Con la llegada de la Expedición Libertadora de San Martín a Lima, el libertador creó el Protectorado del Perú. El gobierno dictó dos medidas importantes, la primera el 27 de agosto de 1821 que abolió el tributo o mita reconociendo a: <<los indios o naturales: ellos son hijos y ciudadanos del Perú, y con el nombre de peruanos deben ser reconocidos>> (De la Puente Candamo: 2013, p. 226). La otra, el 2 de septiembre que <<todo esclavo que entre en combate con el enemigo, y se distinga por su valor, quedará libre, acreditando su conducta con un certificado del comandante a cuyas órdenes se hubiese puesto>> (O'Phelan:  p. 185). 

El Congreso Constituyente aprueba en 1823 la primera Constitución Política del Perú. Así son creados los ciudadanos peruanos: "los hombres libres nacidos" (art. 17), "nadie nace esclavo" (art. 11), debe "saber leer o escribir", "tener arte, propiedad o título" y "servicios distinguidos en pro y defensa la Nación" (art. 19) (Vásquez: 2017, pp. 4-7). De esa forma, podemos resaltar tres personajes que por "sus servicios distinguidos en defensa de la Nación" merecen ser llamado héroes ciudadanos del Perú: José Olaya, Ramón Castilla y José Vidal.

José Olaya, el pescado de Chorrillos, era proveniente de una familia de pescadores y de una zona, donde en la época prehispánica existían aldeas de pescadores. Olaya estableció una ruta entre Chorrillos y la Isla San Lorenzo, donde vendía sus productos que pescaba y otros víveres. En la playa conoció a Juana de Dios Manrique, esposa de don Riquero afiliado a los patriotas, donde adhirió como mensajero de Narciso de la Colina y los patriotas. 

Lamentablemente, una tarde, fue capturado y conducido al Palacio, lugar donde fue torturado. Pero fiel a la causa patriota, Olaya no cedió y más bien le arrebató la escarapela de la Patria a un guardia, lo abofeteó y le pidió como último deseo ser enterrado con la escarapela. El valor de este héroe evitó la captura del Conde de la Vega del Rea y otros patriotas (Eguiguren: pp. 12-75, 32). Así, merece el nombre de unos de los primeros héroes ciudadanos de la República.

Ramón Castilla y Marquesado nació ciudadano español, el 31 de agosto de 1797, durante el Virreinato del Perú. Su padre fue el empleado de hacienda Pedro de Castilla y Manzano y su madre  Juana Marquesado fue hija de un genovés, Giovanni Battista Marchese. En 1812 se enroló junto a su hermano Leandro en el ejército realista. 

A los 15 años participó en campañas contra los insurgentes independentistas en 1816. Cayó prisionero en la Batalla de Chacabuco el 12 de febrero de 1817. Enviado al centro de detención Las Bruscas, en Buenos Aires, logró escapar y cruza de Montevideo y el Matto Grosso, Santa Cruz de la Sierra y hasta Lima. 
Tras la proclamación de la Independencia el sábado 28 de julio de 1821. Se integró en la Legión Peruana de la Guardia. Luego, fue ascendido a mayor y de ahí a coronel. Sirvió al presidente José de la Riva Agüero y Sánchez Boquete. Al conocer sus negociaciones con los españoles apoyó a coronel Antonio Gutiérrez de la Fuente para que lo apresara. 

Se unió al grupo Bolívar, donde no participó en la batalla de Junín, pero sí culminó en la batalla de Ayacucho, donde penetró en campo realista y sufrió heridas de bala y lanza al transmitir la orden del comando. Así, Ramón Castilla, un mestizo nacido y formado en el Ejército realista contra los insurgentes en Chile. Terminó volviendo para ser parte de la Legión Peruana de la Guardia. Asimismo, participó en las luchas políticas al inicio de la República. Y peleó en la batalla de Ayacucho donde penetró el campo realista y fue herido (Gran Enciclopedia del Perú: 1998, p.1014). Sus hazañas en la batalla de Ayacucho lo hacen merecedor de ser considerado un héroe ciudadano de la RepúblicaEs otro que merece el nombre de los héroes ciudadanos del Perú.

Juan Francisco de Vidal La Hoz, es el último héroe que menciono. Su niñez fue con su padre agrícolas y resaltó en ser nadador y jinete. Estudió en el seminario conciliar de Santo Toribio. Estuvo presente cuando se proclamó la Independencia en Supe el 5 de abril de 1819. Fue admitido a las fuerzas patriotas como subteniente de infantería de Marina. Junto a 24 hombres tomó por asalto el fuerte de Valdivia el 4 de febrero de 1820 y se le recuerda una frase “donde entra mi gorra, entro yo”. Esto le ganó ser llamado “El primer soldado del Perú”.

El 7 de abril de 1822 fue incorporado a la Legión Peruana de la Guardia y participó en la batalla de Macacona. Después del motín de Balconcillo, el 26 de febrero de 1823 se le envió guarnecer Huánuco. Cuando llegó Bolívar solicitó confiarle las guerrillas de La Oroya. Así, evitó que el 10 de noviembre de 1823 que el general Juan Ramírez amenace la retaguardia patriota antes de la batalla de Junín. 

De esa forma, Vidal fue un verdadero “soldado del Perú” porque desde un inicio fue partícipe de la proclama de la Independencia en Supe. Además, se incorporó el 7 de abril de 1822 a la Legión Peruana. Igual que otros participó en las luchas políticas del momento. Para culminar luchando y evitando la amenaza realista antes de la batalla de Junín (Vidal: 1949, 595-640). Este último personaje merecen, también, el título de héroe ciudadanos del Perú. 

Por los servicios distinguidos a la Nación peruana José Olaya, Ramón Castilla y José Vidal merecen el título de héroes ciudadanos del Perú. La primera razón es su servicios en la lucha por la Independencia del Perú. La otra razón es que el requisito de ciudadanía de la Constitución de 1823 exige "servicios distinguidos a la Nación". Quienes mejor que estos personajes para recibir ese título no solo por ser considerados ciudadanos sino por sus lucha por liberarnos del yugo español.

La ciudadanía española fue otorgada en el Virreinato del Perú con la aprobación de la Constitución de Cádiz de 1812. Pero, la Constitución de 1823 la ciudadanía fue condicionada a servir a la patria, usualmente utilizada en participar en las luchas por la Independencia. De esa manera, podemos decir que de distintas clases sociales como el pescador José Olaya utilizaba una ruta entre Chorrillos y El Callao para llevar información esencial para el general Sucre. Mientras el militar Ramón Castilla fue parte de los realistas y pasó a la Legión Peruana. Lo mismo ocurrió con el militar Vidal, quien fue partícipe de la Independencia de Supe en 1819 y en la Legión Peruana contuvo a los realistas amenazaron al ejército patriota en la Batalla de Junín. Por eso, por los servicios a la patria, junto con otros como Maria Parado de Bellido, merecen el título de los primeros héroes ciudadanos del Perú.



V.-CONCLUSIONES:
1.  El origen del liberalismo se le atribuye a Thomas Hobbes y John Locke. Hobbes plantea que la anarquía y la brutalidad reúne a las personas para garantizar su seguridad y forman un Estado. Locke, por su lado, sostiene en su "Segundo Tratado" en 1689 indica que cada individuo debe juzgar qué requiere el derecho natural. El gobierno representativo que plantea un intermedio entre los ciudadanos y la monarquía, la aristocracia, y hace una distinción entre el ejecutivo como administrador y el legislativo trabaja con el consentimiento del individuo o sus representantes. 

2.  La influencia liberal en el Virreinato del Perú provino de los primeros liberales españoles divididos en moderados y afrancesados, estos con base a la Revolución Francesa. Asimismo, las reformas borbónicas por déspotas ilustrados como Carlos III y IV modernizaron el Estado. En el Virreinato del Perú se desmembró en Río de la Plata y Nueva Granada para evitar el contrabando y la piratería. En el caso para disminuir el poder del virrey se crearon Intendencias. Y surgieron grupos reformistas más moderados y separatistas que desean salir del yugo español.

3.  En el Convictorio de San Carlos bajo la dirección de Toribio Rodríguez de Mendoza y un grupo de profesores influyeron en ideas liberales y participaron en la firma del Acta y la Proclama de la Independencia.

4.  Las Cortes de Cádiz después de la invasión napoleónica en 1808. Los representantes peruanos como Morales Duárez, Dionisio Inca Yupanqui, Blas Ostolaza, Hipólito Unánue y muchos más. Promovieron la abolición de la mita, de la esclavitud y de la Inquisición. Todo culminó en 1812 con la firma de la Constitución de Cádiz que daba ciudadanía española a todos, la abolición de la mita y la Inquisición y la libertad de prensa. 

5.  La influencia liberal de igualdad y justicia surgió en la formación de la República. La firma del Acta y la Proclamación de la Independencia del Perú fueron actos con mucho apoyo popular. La Plaza de Armas se llenó de personas para declarar “por la voluntad general de los pueblos. La Independencia del Perú”. De ahí, siguió el Protectorado y la organización del Estado peruano (Protector San Martín; los primeros ministerios de Relaciones Exteriores, Guerra y Marina y Hacienda; y la Alta Cámara de Justicia). 

6.  En 1822 fue convocado las primeras elecciones del Perú. El Congreso Constituyente fue inaugurado con la primera sesión ese año. Las discusiones entre la forma de gobierno con una monarquía constitucional y la República se dieron. Finalmente, en noviembre de 1822 se promulgó las Bases de la Constitución que otorgan ciudadanía a todos y establece una nación llamada República peruana para proteger la libertad, la seguridad, la propiedad y la igualdad civil, principios liberales transmitidos en la Constitución de 1823 hasta el día de hoy. 

7.      Sin embargo, la Junta de Gobierno (o el triunvirato de diputados) dirigida por el diputado La Mar tuvo una corta vida. El motín de Balconcillo manifestado por coronel Antonio de Santa Cruz mató el sueño e inauguró la ola de golpes de Estado que ha durado hasta Autogolpe del 5 de abril de 1993 con Alberto Fujimori. Así, se inauguró en el cargo de presidente de la República, un 26 de febrero de 1823, José de la Riva Agüero Sánchez y Boquete.

8.    Por otro lado, quiero destacar a los primeros héroes ciudadanos peruanos de distintas clases sociales que lucharon por la Independencia del Perú. El pescador José Olaya utilizaba una ruta entre Chorrillos y El Callao para llevar información esencial para el general Sucre. Mientras el militar Ramón Castilla fue parte de los realistas y pasó a la Legión Peruana. Lo mismo ocurrió con el militar Vidal, quien fue partícipe de la Independencia de Supe en 1819 y en la Legión Peruana contuvo a los realistas amenazaron al ejército patriota en la Batalla de Junín. Todos ellos dieron servicios a la Nación, un requisito de la Constitución de 1823 para recibir la ciudadanía. 




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