LISTA DE ESTUDIOS CIENTÍFICOS A NIVEL MUNDIAL SOBRE EL COVID-19
Por: Marco Roncagliolo
I.-INTRODUCCIÓN:
1. La lista de estudios sobre la Enfermedad Coronavirus 2019 (COVID-19) es muy amplia. Los temas discutidos son: el origen, la infección, los animales, las vacunas, las gárgaras entre otros. Por eso, he extraído resúmenes, resultados y discusiones de estudios de institutos médicos a nivel mundial publicados en varios bancos de datos en línea.
III.-ANTECEDENTES:
1. El 3 de diciembre de 2019, un grupo de casos de neumonía fue reportado en Wuhan, en la provincia de la Hubei, China. Recién el 9 de enero de 2020, China reportó al Novel Coronavirus como una agente causativo de . La enfermedad asociada con el virus fue referida como la enfermedad novel coronavirus 2019 (COVID - 19).
2. Para el 11 de marzo de 2020, 118 598 casos de COVID-19 fueron reportados por más de 100 países. Desde febrero, la mayoría de casos reportó con el aumento reportados en la Unión Europea e Inglaterra. El Director General de la Organización Mundial de Salud (OMS) declaró COVID-19 una pandemia global esa fecha.[1]
III.-ASUNTOS SOBRE EL CORONAVIRUS 2019 (COVID- 19):
Sobre el origen del Coronavirus 2019 (COVID - 19)
El Review de (Guo et al: diciembre de 2020) para el Military Medical Research sobre el origen, la transmisión y las terapias clínicas contra la Enfermedad del Coronavirus 2010 (COVID - 19) tuvo las siguientes conclusión[2]:
● Primero, el surgimiento de la neumonía causado por SAR-CoV-2 exhibe gran infección, pero poca virulencia, comparado al SARS y MERS en términos de morbilidad y mortalidad.
● Segundo, la población más susceptible son el adulto mayor y con condiciones médicas. Originado en el reservorio de murciélagos y huéspedes intermedios desconocidos, el SARS-CoV-2 se une a ACE2 con alta afinidad como receptor de virus para infectar a los humanos.
● Tercero, tratamiento de apoyo combinado con antivirales como rendisivir, chroroquina o lopinavir/ritonavir han permitido han conducido a un efectivo tratamiento en pacientes con COVID-19.
El origen del COVID-19 en los Estados Unidos fue tratado por un estudio de (Ghinai et al: 13 de marzo 2020) para la revista Lancet que concluyó: “que la transmisión persona a persona del SARS - CoV-2 se produjo entre dos personas con exposición prolongada y sin protección, mientras el paciente 1 era sintomático. A pesar de la monitorización activa de los síntomas y las pruebas de contactos sintomáticos y algunos contactos asintomáticos, no se detectó ninguna transmisión adicional”.
El hallazgo principal del estudio fue: “La paciente 1, una mujer de unos 60 años, regresó de China a mediados de enero de 2020. Una semana después, fue hospitalizada con neumonía y dio positivo por SARS-CoV-2. Su esposo (Paciente 2) no viajaba pero tenía contacto cercano frecuente con su esposa. Fue ingresado 8 días después y dio positivo por SARS-CoV-2. En general, se identificaron 372 contactos de ambos casos; 347 se sometieron a un control activo de los síntomas, incluidos 152 contactos comunitarios y 195 personal de atención médica. De los contactos monitoreados, 43 se convirtieron en personas bajo investigación, además del paciente 2. Estas 43 personas bajo investigación y los 32 miembros del personal de atención médica asintomáticos dieron negativo para el SARS-CoV-2.”[3]
En (Adeel et al: 21 de marzo de 2020) de la Review of Clinical Features, Diagnosis, and Treatment indica sobre: “La pandemia de COVID-19 se está extendiendo por todo el mundo a un ritmo alarmante. Ha causado más infecciones y muertes en comparación con el SARS o MERS. Según los valores de R0, se considera que el SARS-CoV-2 es más infeccioso que el SARS o el MERS. Los pacientes ancianos e inmunocomprometidos tienen el mayor riesgo de muerte. La rápida propagación de la enfermedad justifica una intensa vigilancia y protocolos de aislamiento para evitar una mayor transmisión. No se ha desarrollado ninguna medicación o vacuna confirmada. Las estrategias actuales de tratamiento están dirigidas a la atención sintomática y la oxigenoterapia. Se requiere la vacuna profiláctica para la prevención futura de epidemias o pandemias relacionadas con COV.”[4]
Sobre pacientes en riesgo para la infección de COVID-19
Un estudio del Pulmonary Cell Research and Pneumology, Department of Biomedicine and Internal Medicine por (Fang; Karakiulakis; y Roth) publicado el 11 de marzo de 2020, dijo[5]: “Nosotros sugerimos que pacientes con enfermedad cardiaca, hipertensión o diabetes, quien sean tratados por ACE2, están con alto riesgo de una infección severa de COVID-19 y (...)debe ser monitoreada para la modulación de medicamentos de ACE2, como inhibidores de ACE o ARB”.
En tanto, el estudio de (Qiu et al) del 25 de marzo de 2020, con datos de pacientes pediátricos entre 0 y 16 años en tres hospitales en Zhejiang, China, concluyó: “que los pacientes pediátricos con COVID-19 tienen un modo de transmisión simple, ya sea por contacto cercano con adultos infectados o por exposición a áreas epidémicas. Aunque la fiebre, la tos seca y la neumonía leve son manifestaciones comunes, casi la mitad de los pacientes no tienen síntomas obvios ni hallazgos radiológicos anormales. La proporción de casos asintomáticos indica la dificultad para identificar pacientes pediátricos sin información epidemiológica clara. Este hallazgo sugiere una situación peligrosa si se producen infecciones adquiridas en la comunidad.”[6]
Además, el estudio de (Pica y Bouvier: 2012) de la Respiratory Research, del 2012, estableció que “muchos virus son capaces de infectar el tracto respiratorio humano para causar enfermedades. Estos virus muestran varios patrones de transmisión entre humanos; sin embargo, todos comparten la capacidad de transmitir de persona a persona, y su transmisibilidad humana está influenciada por el entorno en el que se encuentran el patógeno y el huésped. El objetivo de esta revisión es resumir observaciones recientes y significativas sobre el impacto de factores ambientales como el clima y el clima, la humedad, la temperatura y el flujo de aire en la transmisión de virus respiratorios humanos. Siempre que sea posible, se identificarán las lagunas de conocimiento que requieren más estudios científicos.”[7]
Sobre las características epidemiológicas de pacientes pediátricas
(Dong Y, Mo X, Hu Y, et al.: 2020) realizaron un estudio para identificar las características epidemiológicas y patrones de transmisión de pacientes pediátricos con el COVID-19 en China[8]:
“Los niños de todas las edades parecían susceptibles a COVID-19, y no hubo diferencias de género significativas. Aunque las manifestaciones clínicas de los casos de COVID-19 de los niños fueron generalmente menos graves que las de los pacientes adultos, los niños pequeños, especialmente los bebés, fueron vulnerables a la infección. La distribución de los casos de COVID-19 de los niños varió con el tiempo y el espacio, y la mayoría de los casos se concentraron en la provincia de Hubei y sus alrededores. Además, este estudio proporciona una fuerte evidencia de transmisión de persona a persona.”
Sobre el aire, la superficie y el equipo personal de protección
Un estudio (Wei et at: 2020) a tres pacientes (paciente A, B y C) sintomáticos durante 5 días en un período de 2 semanas concluyó que: “Hubo una extensa contaminación ambiental por 1 paciente con SARS-CoV-2 con afectación leve del tracto respiratorio superior. Las muestras de inodoros y lavabos fueron positivas, lo que sugiere que la eliminación viral en las heces podría ser una ruta potencial de transmisión. Las muestras posteriores a la limpieza fueron negativas, lo que sugiere que las medidas de descontaminación actuales son suficientes.
Si bien hubo una contaminación en el aire, las muestras fueron negativas, es así que: “Las muestras tomadas de las salidas de escape de aire dieron positivo, lo que sugiere que las pequeñas gotas cargadas de virus pueden ser desplazadas por los flujos de aire y depositadas en equipos como los respiraderos. La muestra positiva de PPE no fue sorprendente porque las cubiertas de zapatos no son parte de las recomendaciones de PPE. El riesgo de transmisión del calzado contaminado es probablemente bajo, como lo demuestran los resultados negativos en la antesala y el corredor limpio.”
Por eso, “la contaminación ambiental significativa por parte de pacientes con SARS-CoV-2 a través de gotitas respiratorias y excreción fecal sugiere que el medio ambiente es un medio potencial de transmisión y respalda la necesidad de una estricta adherencia a la higiene ambiental y de las manos.”
Respecto al paciente A, B y C, el estudio arrojó lo siguiente:
● Se tomaron muestras de la habitación del paciente A los días 4 y 10 de la enfermedad mientras el paciente aún presentaba síntomas, después de una limpieza de rutina. Todas las muestras fueron negativas. El paciente B fue sintomático el día 8 y asintomático el día 11 de la enfermedad; Las muestras tomadas en estos 2 días después de la limpieza de rutina fueron negativas.”
● Paciente C, cuyas muestras fueron recolectadas antes de la limpieza de rutina, tuvo resultados positivos, con 13 (87%) de 15 sitios de habitación (incluyendo ventiladores de salida de aire) y 3 (60%) de 5 sitios de inodoro (inodoro, lavabo y manija de la puerta ) devolviendo resultados positivos (Tabla 2). Las muestras de antesala y corredor fueron negativas. El paciente C tenía afectación del tracto respiratorio superior sin neumonía y tenía 2 muestras de heces positivas para SARS-CoV-2 en RT-PCR a pesar de no tener diarrea.
● El paciente C tuvo una mayor eliminación viral, con un valor umbral de ciclo de 25.69 en muestras nasofaríngeas en comparación con 31.31 y 35.33 en pacientes A y B (Tabla 1).[9]
Por otro lado, el estudio de (Van Doremalen et al) publicado el 17 de marzo en la revista New England Journal of Medicine encontró que: “La vida media de SARS-CoV-2 y SARS-CoV-1 fue similar en aerosoles, con estimaciones medias de aproximadamente 1.1 a 1.2 horas e intervalos creíbles de 95% de 0.64 a 2.64 para SARS-CoV-2 y 0.78 a 2.43 para SARS-CoV-1 (Figura 1C, y Tabla S1 en el Apéndice Suplementario).”
También, “la vida media de los dos virus también fue similar en el cobre. En cartón, la vida media del SARS-CoV-2 fue más larga que la del SARS-CoV-1. La viabilidad más larga de ambos virus fue en acero inoxidable y plástico; La vida media estimada del SARS-CoV-2 fue de aproximadamente 5,6 horas en acero inoxidable y 6,8 horas en plástico (Figura 1C).”
La vida media de los dos viruses fueron pequeñas, “excepto en las de cartón (Figura 1C). Los datos de réplica individuales fueron notablemente más "ruidosos" (es decir, hubo más variación en el experimento, lo que resultó en un error estándar mayor) para el cartón que para otras superficies (Fig. S1 a S5), por lo que recomendamos precaución al interpretar este resultado.”
En ese contexto, el resultado del estudio indican “que la transmisión de SARS-CoV-2 en aerosol y fomita es plausible, ya que el virus puede permanecer viable e infeccioso en aerosoles durante horas y en superficies hasta días (dependiendo del cobertizo del inóculo). Estos hallazgos se hacen eco de aquellos con SARS-CoV-1, en el que estas formas de transmisión se asociaron con eventos de propagación nosocomial y superdifusión, 5 y proporcionan información para los esfuerzos de mitigación de la pandemia.”[10]
Sobre la infección en mascotas con el COVID - 19
El Departamento de Agricultura, Pesca y Conservación de Hong Kong (ACFD) publicó el 12 de marzo de 2020 las preguntas y respuestas, una de ellas sobre las mascotas infectadas con el COVID- 19: “El ACFD recolectó muestras del perro mascota, un pomeranio de 17 años el 26 de febrero y detectó niveles bajos de material SARS-CoV-2 en muestras de sus cavidades nasales y orales el 27 de febrero. El ACFD repitió la prueba el 28 de febrero, el 2 de marzo y el 5 de marzo con resultados continuos "débiles positivos" (muestra nasal y oral, muestra nasal, muestra nasal, respectivamente). "Débil positivo" sugiere una pequeña cantidad de ARN de SARS-CoV-2 en las muestras. No distingue si las muestras contienen virus intactos, que son infecciosos, o sólo fragmentos del ARN.”
“Este perro es uno de los dos perros que se encuentran actualmente en cuarentena en habitaciones separadas en una instalación en el puerto de Hong Kong del puente Hong Kong-Zhuhai-Macao; El segundo perro ha tenido resultados negativos de las pruebas para el virus.”
En el mismo texto, “expertos de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Hong Kong, la Facultad de Medicina Veterinaria y Las Ciencias de la Vida de la Universidad de la Ciudad de Hong Kong y la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) creen que la consistencia y la persistencia de los resultados sugieren que el perro puede tener un bajo nivel de infección con el virus. Si bien las autoridades han dicho que este puede ser un caso de transmisión de humano a animal, esto todavía es especulativo y se están realizando más pruebas.”[11]
Sobre los síntomas del COVID-19 a nivel mundial
El Technical Report de la European Centre for Disease Prevention and Control hay un cuadro comparativo de una guía cuadros sintomáticos y asintomáticos:
El Ministerio de la Salute; Consiglio Superiori di Sanita (28 de febrero de 2020): Sintomática, Un paciente con COVID-19 puede considerarse curado después de la resolución de los síntomas y 2 pruebas negativas para SARS-CoV-2 a intervalos de 24 horas.
Para los pacientes que se recuperan clínicamente antes de los 7 días posteriores al inicio, se recomienda un intervalo de 7 días entre la primera y la prueba final.
Nota: La eliminación del virus se define como la desaparición del ARN viral de los fluidos corporales de personas sintomáticas y asintomáticas, acompañada de la aparición de IgG específica.
Asintomática: Prueba de ARN de SARS-CoV-2 a los 14 días después de la primera prueba (final del período de cuarentena).
China CDC:
Sintomático: Los pacientes que cumplen los siguientes criterios pueden ser dados de alta:
Afebrile por> 3 días,
Mejora de los síntomas respiratorios,
las imágenes pulmonares muestran una absorción evidente de inflamación, y
las pruebas de ácido nucleico dan negativo para el patógeno del tracto respiratorio dos veces consecutivas (intervalo de muestreo ≥ 24 horas).
Después del alta, se recomienda a los pacientes que continúen 14 días de manejo de aislamiento y monitoreo de la salud, usen una máscara, vivan en una habitación individual con buena ventilación, reduzcan el contacto cercano con los miembros de la familia, coman por separado, mantengan las manos limpias y eviten actividades al aire libre.
Se recomienda que los pacientes dados de alta tengan visitas de seguimiento después de 2 y 4 semanas.
Asintomático: No hay información.
National Centre for Infectious Diseases (NCID) Singapore:
Sintomático:Dar de alta al paciente con asesoramiento y seguimiento clínico si está indicado y con llamadas diarias de bienestar hasta el día 14 después de la última posible exposición, en las siguientes condiciones:
Afebril ≥ 24 horas,
2 muestras respiratorias con resultado negativo para SARS-CoV-2 por PCR en ≥ 24 horas,
Día de la enfermedad desde el inicio ≥ 6 días.
O
Se encontró una etiología alternativa (por ejemplo, influenza,
bacteriemia)
O
No es un contacto cercano de un caso COVID-19
No requiere atención hospitalaria por otros motivos.
Asintomático: No hay información
CDC USA:
Sintomático:Los resultados negativos de rRT-PCR de al menos 2 series consecutivas de hisopos nasofaríngeos y de garganta recogidos ≥ 24 horas de un paciente con COVID-19 (un total de cuatro muestras negativas)
Y resolución de la fiebre, sin el uso de medicamentos antipiréticos, mejora en los signos y síntomas de la enfermedad.
Nota: la decisión se debe tomar caso por caso en consulta con los médicos y los funcionarios de salud pública.
Asintomático: Al menos 2 series consecutivas de hisopos nasofaríngeos y de garganta recogidos ≥ 24 horas de un paciente con COVID-19 (un total de cuatro muestras negativas)
Y resolución de la fiebre, sin el uso de medicamentos antipiréticos, mejora en los signos y síntomas de la enfermedad.
Nota: la decisión se debe tomar caso por caso en consulta con los médicos y los funcionarios de salud pública.[12]
Sobre algunos tratamientos contra el COVID - 19
Un ensayo clínico abierto no aleatorio publicado el 17 de marzo de 2020 dió como conclusión que: “Se ha encontrado que la cloroquina y la hidroxicloroquina son eficientes en el SARS-CoV-2, y se informa que son eficientes en pacientes chinos con COV-19. Evaluamos el papel de la hidroxicloroquina en las cargas virales respiratorias.”
Asimismo, el resultado indica que: “Seis pacientes eran asintomáticos, 22 tenían síntomas de infección del tracto respiratorio superior y ocho tenían síntomas de infección del tracto respiratorio inferior. Veinte casos fueron tratados en este estudio y mostraron una reducción significativa del transporte viral en la inclusión D6-post en comparación con los controles, y una duración promedio de transporte mucho menor que la reportada en la literatura de pacientes no tratados. La azitromicina añadida a la hidroxicloroquina fue significativamente más eficiente para la eliminación del virus.[13]
Sobre las estrategias para combatir el COVID-19
La Organización Mundial de la Salud (OMS) en sus objetivos estratégicos para esta respuesta contra el COVID - 19 son[14]:
● Interrumpir la transmisión de persona a persona, incluida la reducción de infecciones secundarias entre los contactos cercanos y los trabajadores de la salud, la prevención de eventos de amplificación de transmisión y la prevención de una mayor propagación internacional *;
● Identificar, aislar y atender a los pacientes temprano, lo que incluye brindar atención optimizada a los pacientes infectados;
● Identificar y reducir la transmisión desde la fuente animal;
● Abordar incógnitas cruciales con respecto a la gravedad clínica, el alcance de la transmisión y la infección, el tratamiento opciones y acelerar el desarrollo de diagnósticos, terapias y vacunas;
● Comunicar información crítica sobre riesgos y eventos a todas las comunidades y contrarrestar la información errónea;
● Minimizar el impacto social y económico a través de asociaciones multisectoriales.
Un estudio de la Imperial College London del COVID -19 Response Team, publicado el 16 de marzo de 2020, (Ferguson et al) concluye que: “En ausencia de una vacuna COVID-19, evaluamos el papel potencial de una serie de medidas de salud pública, llamadas intervenciones no farmacéuticas (NPI), destinadas a reducir las tasas de contacto en la población y, por lo tanto, reducir la transmisión del virus.
Hay dos estrategias fundamentales que son posibles: “(a) mitigación, que se enfoca en desacelerar pero no necesariamente detener la propagación de la epidemia, reduciendo la demanda máxima de atención médica al tiempo que protege a las personas con mayor riesgo de contraer una infección grave, y (b) supresión, que tiene como objetivo revertir el crecimiento de la epidemia, reduciendo el número de casos a bajo niveles y mantener esa situación indefinidamente. Cada política tiene grandes desafíos. Encontramos que las políticas de mitigación óptimas (que combinan el aislamiento domiciliario de casos sospechosos, la cuarentena domiciliaria de quienes viven en el mismo hogar que los casos sospechosos y el distanciamiento social de los ancianos y otras personas con mayor riesgo de enfermedad grave) podrían reducir la demanda máxima de atención médica en 2 / 3 y muertes a la mitad. Sin embargo, la epidemia mitigada resultante probablemente resultaría en cientos de miles de muertes y sistemas de salud (especialmente las unidades de cuidados intensivos) que se vean abrumados muchas veces. Para los países capaces de lograrlo, esto deja la supresión como la opción de política preferida.”
“Mostramos que en el contexto del Reino Unido y los Estados Unidos, la supresión requerirá mínimamente una combinación de distanciamiento social de toda la población, aislamiento de casos en el hogar y cuarentena en el hogar de sus familiares. Es posible que esto deba complementarse con el cierre de escuelas y universidades, aunque debe reconocerse que dichos cierres pueden tener impactos negativos en los sistemas de salud debido al aumento absentismo.
El principal desafío de la supresión es que este tipo de paquete de intervención intensiva, o algo equivalente eficaz para reducir la transmisión, deberá mantenerse hasta que una vacuna esté disponible (potencialmente 18 meses o más), dado que predecimos que la transmisión se recuperará rápidamente si Las intervenciones son relajadas. Mostramos que el distanciamiento social intermitente, desencadenado por las tendencias en la vigilancia de la enfermedad, puede permitir que las intervenciones se relajan temporalmente en ventanas de tiempo relativamente cortas, pero las medidas deberán reintroducirse si los números de casos rebotan o no.
Por último, aunque la experiencia en China y ahora Corea del Sur muestra que la supresión es posible a corto plazo, queda por ver si es posible a largo plazo y si los costos sociales y económicos de las intervenciones adoptadas hasta ahora pueden reducirse.”[15]
“La inmunidad colectiva” (): se usa ampliamente, pero tiene una variedad de significados [1–7]. Algunos autores lo usan para describir la proporción inmune entre individuos en una población. Otros lo usan con referencia a una proporción umbral particular de individuos inmunes que debería conducir a una disminución en la incidencia de infección. Otros lo usan para referirse a un patrón de inmunidad que debería proteger a una población de la invasión de una nueva infección. Una implicación común del término es que el riesgo de infección entre individuos susceptibles en una población se reduce por la presencia y la proximidad de individuos inmunes (esto a veces se denomina `` protección indirecta '' o `` efecto de rebaño ''). Proporcionamos breves perspectivas históricas, epidemiológicas, teóricas y pragmáticas de salud pública sobre este concepto.
Hay varias razones por las cuales la inmunidad colectiva no es la respuesta para detener la propagación del nuevo coronavirus(Sampson: 02/04/20, Healthline):
Todavía no existe una vacuna para el SARS-CoV-2. Las vacunas son la forma más segura de practicar la inmunidad colectiva en una población.
La investigación de antivirales y otros medicamentos para tratar COVID-19 está en curso.
Los científicos no saben si puede contraer SARS-CoV-2 y desarrollar COVID-19 más de una vez.
Las personas que contraen SARS-CoV-2 y desarrollan COVID-19 pueden experimentar efectos secundarios graves. Los casos severos pueden conducir a la muerte.
Los médicos aún no saben exactamente por qué algunas personas que contraen SARS-CoV-2 desarrollan COVID-19 grave, mientras que otras no.
Los miembros vulnerables de la sociedad, como los adultos mayores y las personas con algunas enfermedades crónicas, podrían enfermarse gravemente si se exponen a este virus.
De lo contrario, las personas sanas y más jóvenes pueden enfermarse gravemente con COVID-19.
Los hospitales y los sistemas de salud pueden estar sobrecargados si muchas personas desarrollan COVID-19 al mismo tiempo.[16]
Vaccine Knoledge Project, la inmunidad colectiva solo funcional cuando:
“la mayoría de las personas de la población están vacunadas (por ejemplo, 19 de cada 20 personas necesitan vacunarse contra el sarampión para proteger a las personas que no están vacunadas). Si las personas no están vacunadas, no se garantiza que la inmunidad del rebaño los proteja. Las tasas de vacunación son altas en el Reino Unido en su conjunto, pero esto oculta el hecho de que las tasas son mucho más bajas en algunas partes del Reino Unido y en algunas comunidades. (Para averiguar la tasa en su área, consulte las tablas de datos de cobertura local de Public Health England).”
Luego, indica esta institución que: “Si vive en un área donde la cobertura de la vacuna es baja y su hijo no está vacunado, es muy probable que muchas de las personas con las que entran en contacto tampoco lo sean. Si una de estas personas contrae una enfermedad infecciosa como el sarampión, puede transmitirla fácilmente a las otras personas no vacunadas que la rodean y, en algunos casos, la enfermedad puede propagarse muy rápidamente a través de la población. Esto es lo que sucedió durante el brote de sarampión de 2013 en Gales.”[17]
La medición de la inmunidad del rebaño se mide de la siguiente manera según (Reid y Goldberg: 2012):
“1.Indirectamente de la distribución de edad y el patrón de incidencia de la enfermedad si es clínicamente distinta y razonablemente común. Este es un método insensible e inadecuado para las infecciones que se manifiestan subclínicamente.
2. Directamente de evaluaciones de inmunidad en grupos de población definidos mediante encuestas de anticuerpos (seroepidemiología) o pruebas cutáneas; estos pueden mostrar "brechas de inmunidad" y proporcionar una alerta temprana de susceptibilidad en la población. Aunque puede ser difícil interpretar los datos en términos absolutos de inmunidad y susceptibilidad, las observaciones pueden estandarizarse para revelar tendencias y diferencias entre varios grupos de población definidos en el lugar y el tiempo.
La decisión de introducir artificialmente inmunidad de rebaño mediante inmunización contra una enfermedad en particular dependerá de varios principios epidemiológicos.
•La enfermedad debe conllevar un riesgo sustancial.
•El riesgo de contraer la enfermedad debe ser considerable.
•La vacuna debe ser efectiva.
•La vacuna debe ser segura.
La eficacia y la seguridad de los programas de inmunización se controlan observando los efectos esperados y reales de dichos programas en los patrones de transmisión de enfermedades en la comunidad mediante técnicas epidemiológicas apropiadas”.[18]
Mientras tanto, el distanciamiento social del estudio de (Kelso, Milne y Kelly: 2020) han dado como resultado: “Para una epidemia con un valor R0 de 1.5, una combinación de las cuatro medidas de distanciamiento social podría reducir la tasa de ataque final de 33% a menos del 10% si se presenta dentro de las 6 semanas posteriores a la presentación del primer caso. Por el contrario, para un R0 de 2.5, estas medidas deben introducirse dentro de las 2 semanas posteriores al primer caso para lograr una reducción similar; retrasos de 2, 3 y 4 semanas dieron como resultado tasas de ataque final del 7%, 21% y 45% respectivamente. Para un R0 de 3.5, la combinación de las cuatro medidas podría reducir la tasa de ataque final del 73% al 16%, pero solo si se introduce sin demora; Los retrasos de 1, 2 o 3 semanas dieron como resultado tasas de ataque final del 19%, 35% o 63% respectivamente. Para los valores R0 más altos, ninguna medida individual tiene un impacto significativo en las tasas de ataque.
Así, se llegó a la conclusión que: “sugieren un papel crítico del distanciamiento social en el control potencial de una futura pandemia e indican que tales intervenciones son capaces de detener el desarrollo de la epidemia de influenza, pero solo si se usan en combinación, se activan sin demora y se mantienen durante un tiempo relativamente largo período.”[19]
En el estudio “Targeted Social Distancing Design for Pandemic Influenza” por (Glass: CDC, 2006) dio como resultado que: “las estrategias de distanciamiento social dirigidas pueden diseñarse para mitigar eficazmente la progresión local de la influenza pandémica sin el uso de vacunas o medicamentos antivirales. (...) Sin embargo, dada la incertidumbre en la infectividad de la cepa de influenza, la red de contacto social subyacente o la infecciosidad / susceptibilidad relativa de los jóvenes frente a los adultos, es prudente planificar la implementación de estrategias que también apunten a los adultos y al entorno laboral.
De esta forma, “la implementación de estrategias de distanciamiento social es un desafío. Es probable que se impongan durante la epidemia local y posiblemente hasta que se desarrolle y distribuya una vacuna específica para la cepa. Si el cumplimiento de la estrategia es alto durante este período, se puede evitar una epidemia dentro de una comunidad. Sin embargo, si las comunidades vecinas no utilizan también estas intervenciones, los vecinos infectados continuarán introduciendo influenza y prolongarán la epidemia local, aunque a un nivel deprimido más fácil de acomodar por los sistemas de salud.”
Para “la medición de redes de contacto dentro de las comunidades para la propagación de enfermedades infecciosas requiere una investigación enfocada que combine sociología, salud pública y epidemiología. Es probable que estas redes difieran entre culturas, entre comunidades urbanas y rurales, y con el tamaño de la comunidad. Con la ayuda de datos demográficos detallados, la obtención de expertos de científicos sociales y miembros de la comunidad, encuestas de comportamiento y posiblemente experimentos, se podría construir una red para cualquier comunidad de interés.”[20]
Para mitigar una cepa con infecciosidad similar a la de la pandemia de influenza española de 1918–19, las simulaciones sugieren que todos los jóvenes y adultos deben ser seleccionados independientemente de la posible transmisión de los jóvenes.
(Ahmed, Zvierite y Uzicanin: 2018, BMC Public Health) hacen una revisión de 15 casos sobre el distanciamiento social para reducir la transmisión de la influenza en el trabajo. “Los estudios epidemiológicos mostraron que el distanciamiento social se asociaba con una reducción de la enfermedad similar a la influenza y la seroconversión a la influenza A 2009 (H1N1). La reducción en la tasa de ataque acumulativo fue más pronunciada cuando el distanciamiento social en el lugar de trabajo se combinó con otras intervenciones no farmacéuticas o farmacéuticas. Sin embargo, se estimó que la efectividad disminuía con valores numéricos de reproducción básicos más altos, desencadenamiento retrasado del distanciamiento social en el lugar de trabajo o menor cumplimiento. Por eso, se concluye que los estudios de modelado apoyan el distanciamiento social en los lugares de trabajo que no son de atención médica, pero hay una escasez de estudios epidemiológicos bien diseñados.”[21]
De esa manera, los efectos del distanciamiento social ya se midieron en la ciudad del área metropolitana de Nueva York por un grupo de expertos (Bakker et al), el 29 de marzo de 2020. Los principales hallazgos indican:
Las políticas de distanciamiento social en el área metropolitana de la ciudad de Nueva York han resultado en cambios dramáticos empíricamente verificados en el lugar donde las personas pasan su tiempo y con cuántas personas interactúan. Por ejemplo, aquí hay tres diferencias sorprendentes entre los fines de semana de fines de febrero y el pasado fin de semana (20 de marzo) que descubrimos al analizar datos de geolocalización anónimos en la ciudad de Nueva York:
● La distancia recorrida todos los días se redujo en un 70 por ciento desde un promedio de fin de semana de 25 millas en febrero a 7 millas el pasado fin de semana.
● El número de contactos sociales en lugares disminuyó en un 93% de 75 a 5.
● El número de personas que se quedan en casa todo el día ha aumentado del 20% a
● Los supermercados y las tiendas de comestibles se han convertido en el lugar más común donde las redes sociales
● La declaración de emergencia nacional y el anuncio del cierre de la escuela el 14 de marzo.
● resultó en un gran aumento de visitas (hasta 60% más) a muchos lugares. La mayor parte de este aumento en la actividad ocurrió en supermercados, tiendas, comida y lugares al aire libre. La reducción en la distancia recorrida y los contactos sociales diarios se volvieron significativos solo después de que se introdujeron medidas de cierre comercial no esenciales el 22 de marzo.
● Después de que se introdujeron las medidas, surgieron oleadas de actividad en lugares como las playas y los Hamptons. Una gran fracción de personas (5,5%) abandonó el área de Nueva York para ir a otros lugares de los EE. UU. Por ejemplo, el 0,37% de las personas abandonaron Nueva York para ir a Florida, lo que es importante tener en cuenta porque este tipo de viaje puede llevar el virus a nuevos lugares.
● Normalmente, la movilidad y los contactos sociales varían significativamente según la composición demográfica de un vecindario. Las políticas de distanciamiento social han reducido en gran medida las diferencias relativas entre los diferentes grupos demográficos, ya que la movilidad y los contactos sociales de casi todos se han reducido drásticamente.[22]
Sobre los tratamientos efectivos contra el COVID-19
(Aljofan y Gaipov: 2020) realizaron un estudio en Kazastán para el Electronic Journal of General Medicina.
Este estudio concluyó que la clorina, en vitro, en más de un siglo ha sido un poteente antiviral en actividad contra varios virueses incluido el COVID-19, pero ha fallado en curar infecciones virales en estudios en animales y humanos.[23]
(Gundlapally et al: 2020) publicó un estudio para la revista científica Helix. En un análisis y comparación de los resultados reveló que una membrana proteica viral, proteína M comparte similar con el grupo de viruses y MERS, pero no con el HCOV. Identificar las regiones del gen que comparten ayuda identificar un protocolo de terapia o medicación para el Coronavirus novel 2019.
En un review de (Sarfraz et al) del 29 de marzo de 2020 para Preprints titulado “Natural Immune Boosters as First-Line Armours to Combat Viral Infection-COVID19: Myth or Science?” estableció que mejorar el sistema inmune ayuda optimizar las funciones inmunes contra infecciones virales incluido la función de la defensa. Algunos ejemplos son dormir, ejercicio moderado, evita el estrés, consume agua y usa frutas y vegetales, estas son formas naturales de vacunar el sistema humano.[24]
Otro estudio de (Ong y otros) realizaron una investigación para el BioRXIVuna del proteoma del SARS-CoV-2, seis proteinas, incluido la proteina S y cinco proteinas no estructuradas son cruciales para adhesión viral y la invasión del huesped. De esa manera, “Se descubrió que el nsp3 está más conservado entre SARS-CoV-2, SARS-CoV y MERS-CoV que entre 15 coronavirus que infectan a humanos y otros animales. También se predijo que la proteína contenía epítopos promiscuos de células T MHC-I y MHC-II, y epítopos lineales de células B localizados en ubicaciones específicas y dominios funcionales de la proteína. Nuestros objetivos de vacuna predichos proporcionan nuevas estrategias para el desarrollo efectivo y seguro de la vacuna COVID-19.”[25]
Según los resultados obtenidos en el estudio de (Adem et al) del 21 de marzo de 2020 para Preprints indica que: “hesperidina, rutina, diosmina, apiina, diacetilcurcumina, (E) -1- (2-hidroxi-4-metoxifenil) -3- [3 - [(E) -3- (2-hidroxi-4- metoxifenil) -3-oxoprop-1-enil] fenil] prop-2-en-1-ona y beta, beta '- (4-metoxi-1,3-fenileno) bis (2'-hidroxi-4', Se ha encontrado que la 6'-dimetoxiacrilofenona es más efectiva con COVID-19 que el nelfinavir, por lo que este estudio allanará el camino para realizar investigaciones experimentales avanzadas para evaluar el potencial medicinal real de estos compuestos para curar COVID-19.”[26]
Un pequeño estudio japonés experimental (Nagatake, Ahmed y Oishi: 2020), en 23 pacientes con enfermedad respiratorio crónico hicieron gárgaras cuatro o más veces al día con una solución de povidona yodada. El resultado del estudio: “(...)sugieren que la gárgaras con povidona yodada es eficaz para proporcionar una reducción significativa en la incidencia de exacerbaciones agudas de la enfermedad respiratoria crónica. Asumimos que las bacterias colonizadas fueron destruidas y, por lo tanto, la infección no pudo ocurrir. Por lo tanto, se pueden usar gárgaras de povidona yodada en estos pacientes como terapia preventiva. Se necesitan más estudios para descubrir el mecanismo de acción de este medicamento para la prevención de infecciones del tracto respiratorio”.[27]
Otro estudio japonés por (Kawana et al: de 1997) en un laboratorio reveló que productos de povidona yodada “(...)como solución de PVP-I, gárgaras de PVP-I, crema de PVP-I, gluconato de clorhexidina, clorhidrato de alquildiaminoetilglicina, cloruro de benzalconio (BAC) y cloruro de bencetonio (BEC). Dió como resultado que “los productos farmacológicos PVP-I, que se examinaron en estos experimentos, inactivaron todos los virus en un corto período de tiempo. El virus de la rubéola, el sarampión, las paperas y el VIH fueron sensibles a todos los antisépticos, y el rotavirus fue inactivado por BAC y BEC, mientras que los adeno-, polio- y rinovirus no respondieron a los otros antisépticos. PVP-I tenía un espectro virucida más amplio, cubriendo virus envueltos y no envueltos, que los otros antisépticos disponibles comercialmente”.[28]
Un reciente (2018) estudio por (Eggers y otros) concluyó que: “PVP-I 7% gárgaras / enjuague bucal mostró actividad bactericida rápida y eficacia virucida in vitro a una concentración de 0.23% PVP-I y puede proporcionar una medida de higiene protectora orofaríngea para individuos con alto riesgo de exposición a patógenos orales y respiratorios”. Y el resultado fue: “(...)gárgaras / enjuague bucal PVP-I diluido 1:30 (equivalente a una concentración de PVP-I al 0.23%) mostró actividad bactericida efectiva contra Klebsiella pneumoniae y Streptococcus pneumoniae y SARS-CoV, MERS-CoV, virus de la gripe A (H1N1) inactivados rápidamente y rotavirus después de 15 s de exposición”.[29]
“The antiviral spectrum of Listerine antiseptic” por (Dennison et at), publicado en 1995, se establece que: “La exposición a Listerine durante 30 segundos tuvo un efecto antiviral contra el herpes simple tipo 1 y tipo 2 (reducción del 96,3% y 100% en virus infecciosos, respectivamente) y la gripe A (reducción del 100%). En contraste, la formación de placa inducida por rotavirus se redujo en 12.2% después de 30 segundos de exposición a Listerine, mientras que 5 minutos de exposición a Listerine resultaron en un aumento de 21.5% en la formación de placa. La exposición de adenovirus a Listerine tuvo un efecto mínimo sobre la citopatocidad del virus, con una reducción del 33,4% en los niveles de virus después de 5 minutos. Por lo tanto, la actividad antiviral de Listerine no está relacionada con el genoma viral, sino que probablemente se dirige a la envoltura viral”.[30]
Otros estudios sobre los beneficios de gárgaras con vinagre de cidra de manzana (ACV; Apple Cider Vinegar) de (Darshna, Serafin y Shah) encontró que: El cocultivo de monocitos con microbios junto con ACV resultó en una regulación negativa dependiente de la dosis de las citocinas inflamatorias (TNFα, IL-6). Los resultados se expresan como porcentajes de disminución en la secreción de citoquinas comparando ACV tratado con monocitos no tratados con ACV cultivados con E-coli (TNFα, 99.2%; IL-6, 98%), S. aureus (TNFα, 90%; IL-6, 83%) y C. albicans (TNFα, 83.3%; IL-6, 90.1%) respectivamente.”
Continúa la información, el “(a)nálisis proteómicos de microbios demostraron que el ACV deterioraba la integridad celular, los orgánulos y la expresión de proteínas. El tratamiento con ACV dio como resultado una ausencia en la expresión de proteína de inanición de ADN, citrato sintasa, isocitrato y malato deshidrogenasas en E-coli; la proteína chaperona DNak y ftsz en S. aureus y piruvato quinasa, 6-fosfogluconato deshidrogenasa, fructosa bisfosfato se encontraban entre las enzimas ausentes en los cultivos de C. albican. Los resultados demuestran que ACV tiene un potencial antimicrobiano múltiple con implicaciones terapéuticas clínicas”.[31]
Asimismo, el estudio japonés de (Satomura et al), publicado el 29 de noviembre de 2005, para el Department of Public Health and International Health, Kyoto University School of Public Health, Kyoto, Japan obtiene como resultado: “Un total de 130 participantes contrajeron URTI. La tasa de incidencia del primer URTI fue de 0,26 episodios / 30 días-persona entre los sujetos de control. La tasa disminuyó a 0.17 episodios / 30 días-persona en el grupo de gárgaras de agua, y 0.24 episodios / 30 días-persona en el grupo de gárgaras de povidona yodada. Las tasas de incidencia respectivas frente a los controles fueron 0,64 (intervalo de confianza [IC] del 95% = 0,41-0,99) y 0,89 (IC del 95% = 0,60-1,33). Una regresión de Cox (modelo de riesgo proporcional) reveló la eficacia de hacer gárgaras de agua (razón de riesgo = 0.60, IC 95% = 0.39-0.95). Incluso cuando ocurrió un URTI, las gárgaras de agua tendieron a atenuar los síntomas bronquiales (p = 0.055)”. Se concluye: “La simple gárgaras con agua fue efectiva para prevenir las infecciones urinarias entre personas sanas. Esta modalidad prácticamente gratuita beneficiaría apreciablemente a la población en general”.[32]
Finalmente, (Furushima, Ide y Yamada) el (2018) publicaron un estudio experimental “han informado que las catequinas del té inhibieron la adsorción viral de la influenza y suprimieron la replicación y la actividad de la neuraminidasa. También fueron efectivos contra algunos virus del resfriado. Además, las catequinas del té mejoran la inmunidad contra la infección viral. Aunque se ha demostrado la actividad antiviral de las catequinas del té, la evidencia clínica para respaldar su utilidad sigue sin ser concluyente. Desde finales de la década de 1990, varios estudios epidemiológicos han sugerido que el consumo regular de té verde disminuye las tasas de infección por influenza y algunos síntomas de resfriado, y que hacer gárgaras con catequina del té puede proteger contra el desarrollo de la infección por influenza. Esta revisión resume brevemente el efecto de las catequinas del té en la infección por influenza y el resfriado común con un enfoque en estudios epidemiológicos / clínicos, y aclara la necesidad de más estudios para confirmar su eficacia clínica”.[33]
Sobre las medidas de gobierno peruano contra el COVID-19
Desde los primeros casos de la Enfermedad Coronavirus 2019 (COVID-19), el gobierno peruano ha tomado una serie de medidas para disminuir la proliferación de la enfermedad. Las medidas más resaltantes son el Estado de Emergencia, el toque de queda, el Comando de Operaciones COVID-19 y el intercalado de hombre y mujer para evitar la aglomeración de personas.
Ante lo ocurrido por la falta de interés de gobiernos en Estados Unidos y México de no tomar en consideración la ciencia. El gobierno del Perú creó el Comando de Operaciones COVID-19 integrado por el Ministerio de Salud (MINSA), EsSalud, las Fuerzas Armadas, la Policía Nacional del Perú (PNP) y otras instituciones.
CO COVID-19 está integrado por la doctora Pilar Mazzetti, responsable del comando; el doctor Óscar Ugarte, de EsSalud; y el doctor Víctor Bocangel, el viceministro de prestaciones del MINSA; Mario Cacho, de la Marina de Guerra; Edwin Córdova, de la Fuerza Aérea; Jorge Luis Quiroz, de la PNP; y Alejandro Lamberg, representantes de la clínicas privadas.
El ministro de Salud, Víctor Zamora, señaló que será una alienación de los recursos. Sobre el comando dijo: “Ellos tomarán las decisiones operativas de enfrentamiento de esta enfermedad. Porque no puede haber decisiones de EsSalud por un lado, el Minsa por otro lado. Tiene que haber un trabajo articulado, ordenado y con jerarquía. Las decisiones que tome el comando en el tema de salud será de obligación, es decir, ellos van a definir y nosotros actuamos” (https://diariocorreo.pe/edicion/lima/coronavirus-peru-crean-comando-de-operaciones-covid-19-para-enfrentar-esta-enfermedad-minsa-essalud-estado-de-emergencia-cuarentena-nndc-noticia/?ref=dcr). Ahora, nos falta esperar el accionar de este comando bajo el liderazgo de Pilar Mazzetti.
Sobre la disminución de la polución ambiental a nivel mundial
A nivel mundial, las medidas de aislamiento social por medio de los estados de emergencia han decrecido la polución dióxido nitrógeno en el aire.
Según Vincent-Henri Peuch, del programa de vigilancia de la tierra EU Copernicus, "El NO2 es un contaminante de corta duración, con una vida en la atmósfera de aproximadamente un día".[34]
En Europa, la Agencia Europea de Ambiente (EEA) de las últimas semanas muestran cómo las concentraciones de dióxido de nitrógeno (NO2), un contaminante emitido principalmente por el transporte por carretera, han disminuido en muchas ciudades italianas. De esa forma en[35]:
● En Milán, las concentraciones promedio de NO2 durante las últimas cuatro semanas han sido al menos un 24% más bajas que las cuatro semanas a principios de este año. La concentración promedio durante la semana del 16 al 22 de marzo fue un 21% menor que la de la misma semana en 2019.
● En Bérgamo, ha habido una disminución constante en la contaminación por NO2 en las últimas cuatro semanas. La concentración promedio durante la semana del 16 al 22 de marzo fue un 47% menor que la de la misma semana en 2019.
● En Roma, las concentraciones promedio de NO2 en las últimas cuatro semanas fueron 26-35% más bajas que en las mismas semanas en 2019.
● En Barcelona, los niveles promedio de NO2 disminuyeron un 40% de una semana a la siguiente. En comparación con la misma semana en 2019, la reducción fue del 55%.
● En Madrid, los niveles promedio de NO2 disminuyeron en un 56% de una semana a la siguiente. En comparación con la misma semana en 2019, la reducción fue del 41%.
● En Lisboa, los niveles promedio de NO2 disminuyeron en un 40% de una semana a la siguiente. En comparación con la misma semana en 2019, la reducción fue del 51%.
Por otro lado, en China, las imágenes de la agencia espacial estadounidense NASA son claras, en febrero la concentración de dióxido de nitrógeno (NO2) cayó dramáticamente en Wuhan, China, el epicentro de la pandemia COVID-19, pasando de un indicador que era rojo / naranja a azul.
Lo mismo en Corea del Sur, donde los niveles de NO2 también cayeron, que durante mucho tiempo ha luchado con las altas emisiones de su gran flota de centrales eléctricas de carbón, pero también de las instalaciones industriales cercanas en China.[36]
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