Las políticas de chilenización violenta y la recuperación de Tacna a la República del Perú

Nota. Adaptado de Colección “Para que nunca olvides”. (Agosto de 2013). Historias del Cautiverio de Tacna. CPNO, p. 3. https://issuu.com/lcohailag/docs/para_que_nunca_olvides/3.

Por: Marco Roncagliolo

Resumen:

Durante la ocupación chilena de Tacna, el gobierno de Chile inició un proceso de chilenización pacifico que fue transformándose en un proceso de chilenización violenta. A la llegada de .. , el inicio desde hasta las políticas de expulsión, persecución, desaparición y muerte a la población tacneña que se rehusó a aceptar apoyar a Chile en el Plebiscito de Tacna y Arica. En el caso de la desaparición y muerte pongo el ejemplo de cuatro tacneños que por rehusar apoyar a Chile en el Plebiscito terminaron muertos. Todo este calvario termina con la firma del Tratado de Lima, el cual el presidente Augusto B. Leguia y el ministro Larrain el cual indica que Tacna se deja al Perú y Arica se queda con Chile. Así, Tacna recibió escéptico la noticia del Tratado, pero el gobierno peruano nombró una Comisión que inició el proceso para la entrega de Tacna. La Reincorporación de Tacna  siguió una serie de eventos: los desfiles, los nombramientos de las autoridades locales y judiciales, el izamiento de la bandera y el cambio de guardia de los Carabineros por la Guardia Civil peruana. 

Palabras clave:

Chilenización, Tacna, Reincorporacion, ocupación chilena, política de desaparición, política de persecución, política de muerte y política de expulsión.

Abstract:

During the Chilean occupation of Tacna, the Chilean government initiated a process of peaceful Chileanization that was transformed into a process of violent Chileanization. Upon the arrival of .. , the beginning of the policies of expulsion, persecution, disappearance and death of the population of Tacna who refused to agree to support Chile in the Plebiscite of Tacna and Arica. In the case of disappearance and death, I give the example of four Tacneños who, for refusing to support Chile in the Plebiscite, ended up dead. All this ordeal ends with the signing of the Treaty of Lima, by President Augusto B. Leguia and Minister Larrain which indicates that Tacna is left to Peru and Arica stays with Chile. Thus, Tacna received the news of the Treaty skeptically, but the Peruvian government appointed a Commission that began the process for the delivery of Tacna. The Reincorporation of Tacna followed a series of events: the parades, the appointments of local and judicial authorities, the raising of the flag, and the changing of the guard from the Carabineros to the Peruvian Civil Guard.

Keywords:

Chileanization, Tacna, Reincorporation, Chilean occupation, politics of disappearance, politics of persecution, politics of death and politics of expulsion.

Indice

1.Introduccion

2. Antecedentes

3. Los documentos de gobierno y las estrategias militar, económica, política y jurídica 

para dominar el Ártico

4. Conclusiones

1. Introduccion 

Este trabajo académico busca mostrar los cuatro tipos de políticas de chilenización violenta que sufrió la ciudad de Tacna y su población y un repaso por algunos eventos en el proceso de la Reincorporación de Tacna a la República del Perú.

Los objetivos del trabajo son describir la situación de la ocupación chilena de Tacna y las políticas de chilenización pacífica y violenta. Luego, narrar algunos casos de víctimas de la chilenización violenta. Por último, explicar los pasos en el proceso de la República de Tacna al Perú el 28 de agosto de 1929.

Con el objeto de lograr los objetivos del trabajo se utilizó el método exploratorio, ya que esta requiere la recolección de datos sobre el tema. Después de ello, se aplicó el método descriptivo que me permite explicar las políticas de chilenización violencia y el proceso de Reincorporación de Tacna al Perú.

En el ámbito espacio temporal nos ubicamos en el departamento de Tacna, entre los años 1880 y 1929, desde la ocupación chilena de Tacna hasta el evento de cierre de la Reincorporación de Tacna al Perú.

Para ello, el trabajo utiliza una revisión bibliográfica de fuentes primarias. Las fuentes obtenidas de libros. Asimismo, el uso de la revisión bibliográfica de las fuentes secundarias. Estas fueron obtenidas de los artículos de investigación por revistas especializadas, las bases de datos y los artículos periodísticos.

En el proceso de elección del tema, mi visita a la ciudad de Tacna el año pasado. En aquella oportunidad pude conocer a dos grandes historiadores de esa ciudad que vio nacer a Jorge Basadre y quienes fueron sus discípulos, Fredy Gambetta y Luis Cavagnaro. Este último había organizado con algunas entidades de la ciudad una exposición sobre la Incorporación. Junto a esto, el libro ``La Reincorporación de Tacna del historiador Luis Cavagnaro me motivaron a escribir este trabajo. 

Conforme a la estructura del trabajo académico, la primera parte es la introducción que trata de manera general los asuntos sobre el ensayo. La otra parte menciona la ocupación chilena de Tacna y algunas medidas de la chilenización. El tercer punto consiste en una mención a la política de la chilenización y las políticas de expulsión, persecución, desaparición y muerte. Además, el punto cuatro menciona algunos eventos en el proceso de la Reincorporación de Tacna al seno de la patria. 

2. Antecedentes

Oficialmente, la guerra con Chile fue declarada el 5 de abril de 1879. Ese mismo día en la Alameda de Tacna se formaron 2000 voluntarios de empleados, obreros, chacareros y estudiantes. Este grupo estuvo encabezado por don Enrique Salkeld.

Después de las sucesivas batallas, la batalla de Tacna en el Campo de la Alianza ocurrió una sucesión de eventos que conllevo al resultado final: A las 4 y 30 de la tarde la infantería chilena se dirigió al ferrocarril y a las 5 de la tarde la caballería ocupaba la plaza de Tacna.

Durante la ocupación de Tacna, entre agosto de 1882 a 1884, asumió el coronel Manuel Jose Soffia. La gestión de Soffia no fue sobresaliente. El 31 de octubre de 1884 se creó la Jefatura Política Militar y se reemplazó luego por la Intendencia, la cual asume Soffia e inició así la chilenización pacífica, todo ello ocurre con la ratificación del Tratado de Ancón el 8 de marzo de 1884.

En el Tratado de Ancón, Tacna y Arica serían sometidos a un plebiscito en un periodo estimado en el documento. Luego el presidente de los Estados Unidos, Calvin Coolidge, llevó a cabo un laudo arbitral en el mes de marzo de 1925 que fue favorable a Chile. Esta situación llegó a su fin con el Tratado de Lima el 3 de junio de 1929, el cual Tacna regresa al territorio nacional y Arica se queda con Chile.

3. Las tres políticas de la chilenización violenta en Tacna

Al iniciar el siglo XX, Chile decidió anunciar el uso de la fuerza con dos objetivos: repudiar los arreglos con el Perú y Bolivia y chilenizar las provincias cautivas y quedarse con ellas. Esto consta en la Memoria de 1900 del Ministro de Relaciones Exteriores chileno Rafael Errazariz Urmeneta, quien indica: “Usando (...)los derechos que el mismo Tratado de Ancón(...) he procedido a tomar en el territorio de Tacna y Arica una serie de medidas(...)”.

Las primeras medidas fueron: el 27 de marzo de 1900 se trasladó de Iquique a Tacna la Jefatura Militar. Luego, el 28 de marzo, el batallón de infantería Carapangue y otros regimientos se instalaron en la ciudad de Tacna. Para culminar el 23 de abril, la fecha que se traslada la Corte de Apelaciones a la misma ciudad.

En ese momento, el Intendente de Tacna era Manuel Francisco Palacios, quien fue el responsable de varios abusos y atropellos. La primera acción del intendente fue una campaña periodística por medio de sus órganos de prensa El Norte contra las escuelas peruanas. Adicionalmente, Palacios prohibió el izamiento de la bandera nacional el 28 de julio de 1898.  

De las diversas manifestaciones de políticas de chilenización violenta, en esta oportunidad voy a indicar solo cuatro ejemplos de ellas, estas fueron: La política de colonización, la política de expulsión, la política de persecución y la política de desaparición y muerte. 

3.1. La politica de colonizacion

El gobierno de Chile nombró como Intendente de Tacna en 1906 a don Máximo Ramón Lira. El intendente Lira establece el nacimiento a una organización compuesta por miembros de las cárceles llamada “La Mazorca”. Este grupo hizo uso de la fuerza contra la población peruana. El Intendente chileno mencionaba acerca del votante peruano para el plebiscito: “No se debe temer(...) que esos individuos vayan a un Plebiscito(...). Además, siendo el indígena peruano tímido, sería facilísimo intimidar, haciéndole creer, por ejemplo, que se le llama para enrolarlo en el ejército o para aplicarles mayores contribuciones(...)”.

Luego, en Santiago se convocó al Intendente Máximo Ramón Lira para establecer el Comité Chilenizado de Tacna y Arica. El comité fue creado por ley con sede en la capital de Chile. Este Comité estuvo integrado por Luis Antonio Vergara, Joaquín Walker Martínez, Vicente Santa Cruz, Jose Ramón Gutiérrez, Eduardo Suárez Mujica y Enrique Mac Iver. Su misión era el estudio y resolución de las medidas administrativas para asegurar el éxito chileno en el Plebiscito.

3.1.1. La política de expulsión

De la misma manera Chile tuvo la Política de expulsión de Tacna, entre los años 1918 y 1920. El 7 de febrero de 1919 llegó una comunicación al Presidente de la República del Perú, el cual menciona que el intendente suplente y General en Jefe de la Primera División del Ejército, don Victor Rojas Arancibia había deportado a algunas personas. En esa correspondencia se menciona el caso del doctor Carlos Tellez, ingeniero Carlos Valverde, don Alberto Diaz, ingeniero Roberto Vaccaro, don Manuel Sologuren y don Rojas Arancibia. 

En 1920 el Capellán de Putre Presbítero español Domingo Martínez Gago fue trasladado a Iquique. Posteriormente, Domingo fue deportado al Callao, donde fue nombrado capellán del Hospital de Guadalupe por el Arzobispo de Lima. Esta política de expulsión se suplementó con la persecución y la utilización para sacar de cualquier manera al elemento peruano que no apoyaba a la administración de Chile y que iba a entregar su voto al país del Sur en el Plebiscito.

3.1.2. La política de persecución

De la misma manera se llevó a cabo una política de persecución de tacneños y ariqueños durante los años 1921 y 1924. Por ejemplo, Carlos y Roberto Nalvarte, que en 1921 fundaron en Locumba el semanario “La Patria” que circulaba en Tacna, Arica, Iquique y Tarata, fueron perseguidos por las tropas chilenas. El otro caso ocurrió en marzo de 1923 en la Quinta Basadre donde murieron quemados el sargento chileno Moraya. Por lo ocurrido se le acusó y persiguió a los hermanos Miguel y a Mateo Reynoso Vigil de Pocollay. 

Ante la realización del Plebiscito, Chile inicia un proceso de limpieza de imagen para desmentir los abusos. Fue así que el diario “El Pacífico”, avalado por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile y el Ministerio de Guerra, inició una campaña desmintiendo las acusaciones de abusos hacia los peruanos. Es así que Chile publicó en 1923 el libro “situación de los peruanos en Chile” donde relata entrevistas a tacneños y ariqueños que afirman que no se cometió ni abusos ni crímenes.

La población extranjera no estuvo exenta de abuso por parte de las tropas chilenas. El ciudadano francés don Carlos Metroid compartió reuniones con los tacneños los domingos en la quinta cerca al mercado. En una de aquellas reuniones, en el mes de marzo de 1924, la fuerza chilena atacó a los miembros allí reunidos, entre los que quedó más afectado fue Metroid y, a los pocos meses, falleció.

3.1.3. La política de desaparición y muerte

La última política a mencionar es la de desaparición y muerte. En este caso voy a mencionar el de Jose Gambetta Correa y su hija Clara. Jose Gambetta fue llamado por la oficina encargada del Plebiscito en Chile y tuvo que ir a la ciudad de Iquique. Allí recibió la notificación de viajar a Tacna. Gambetta y otros compatriotas llevaban la lista de los tacneños y ariqueños que iban desde Tarapacá hasta Tacna, el documento incluía información valiosa para la Comisión Peruana. 

Al llegar a Tacna, su tierra, Gambetta y su hija Clara de 8 años se dieron cuenta que estaban siendo seguidos por la policía chilena. A los días de llegar a Tacna, Gambetta Correa se comunicó mediante mensaje al dirigente tacneño Luis Santana Taillacq de que había recibido una notificación del jefe de los plebiscitarios chilenos en la que se informaba un telegrama en la comisaría local, el cual mencionaba que él debía recogerlo. 

Los dirigentes peruanos se comunicaron con “observadores norteamericanos” y ellos resolvieron que Gambetta vaya a la comisaría chilena con dos observadores internacionales. Al llegar a la comisaría, a Jose Gambetta le indicaron que no había tal correspondencia. Esa noche no se asilo donde le pidieron. A la mañana siguiente Jose Gambetta y su hija Clara fueron detenidos y nunca más se supo de ellos. Los nombres están grabados en el monumento de la Plaza 28 de Agosto, ahora Plaza de la Mujer Tacneña.

En Tarata ocurrió el caso de Manuel Silvestre Lopez. En 1880 se alistó en el Ejército peruano para la batalla donde cayó herido y fue conducido a Yunguyo para su recuperación. Después de lo ocurrido en la batalla, Manuel se dedicó a la crianza de ganado en la hacienda “Amani” cerca al río Maure. Debido a los negocios, Silvestre hacía viajes entre Tacna y Tarata, pero era necesario el visado en el retén de Carabineros chilenos en Mamuta. Las autoridades y jefes de policía creían que actuaba como espía y le preguntaron: “Usted votaría por Chile en el Plebiscito. Y él responde. Yo soy peruano. He nacido antes de la guerra y votaré por mi patria.

El 12 de febrero de 1924, Manuel Silvestre Lopez llega a Tarata a la oficina del comandante de Carabineros Alvear. Al llegar recibe de Alvear un sobre cerrado dirigido al jefe de retén de Carabineros. Ese mismo día se entrevista con Carlos Morno y le habla del sobre cerrado y le da un mal presentimiento. Moreno dijo que lo iba a acompañar, pero se embriagó y no lo pudo acompañar. Manuel Silvestre Lopez continuó su viaje, pero sin destino.  

Luego de ocurrido la Reincorporación de Tarata al Perú, la familia de Lopez habló con las autoridades. Los familiares junto a las autoridades peruanas realizaron una búsqueda. El cuerpo de Silvestre fue encontrado en el corralón del retén de Carabineros con una quebradilla que distingue sus iniciales, un phono de vicuña y una montura chapeada de plata. Sobre su tumba yace la siguiente inscripción:

“Aquí están los restos de Manuel Silvestre Lopez, sacrificado por los carabineros chilenos. -14 de febrero de 1924- Recuerdo de su hija Carmen.”

Nota. Adaptado de Los hijos desaparecidos, 11 de agosto de 2020, Instituto de Estudios Históricos del Pacífico, Facebook. https://www.facebook.com/inehpa/photos/yomecuido-el-precio-de-querer-ser-peruano%EF%B8%8F-lee-con-nosotros-este-incre%C3%ADble-suces/4477392468952490/?paipv=0&eav=AfZ_-oaWYiaA8bVkdtoRl8RqYaex1s2pSn9BvdHMkABohpG_WWqm-oc8Wbzztz_iQXs&_rdr. 

Para terminar deseo mencionar el caso de los hermanos Rejas quienes fueron víctimas de la ocupación. Juan y Aquilino Gonzales Rejas eran jóvenes agricultores de Calama. En marzo de 1925 fueron notificados que votaran en el Plebiscito en favor de Chile. Ante la negativa, el 16 de julio de 1925, los hermanos González fueron dirigidos al cuartel Velasquez, donde se presentaron ante el general Carlos Fernandez Pradell. Pasadas las horas, los hermanos fueron dejados libres con la orden de regresar. En realidad, los hermanos Gonzales Rejas fueron apresados en el sector de Chorrillos en Pocollay y llevados a la Quebrada del Diablo donde los ejecutaron por la espalda. 

Nota. Adaptado de Colección “Para que nunca olvides”. (Agosto de 2013). Historias del Cautiverio de Tacna. CPNO, p. 4. https://issuu.com/lcohailag/docs/para_que_nunca_olvides/3.

Al estar preocupada que sus hijos no regresaran, doña Hermelinda, madre de los hermanos González, se dirigió junto a su hija Dina y Lastenia Rejas de Castanon al cuartel chileno. En el cuartel le indicaron que sus hijos habían sido liberados. De ahí se fue a la Intendencia, el Intendente Barcelo Lira se negó a recibirla. Insistió tanto que el 25 de julio de 1925 fue notificada por las autoridades policiales doña Hermanita que debía abandonar Tacna. El caso de los hermanos Gonzales Rejas fue uno de los que contribuyeron a la impracticabilidad del Plebiscito en Tacna y Arica. En 1950 la señora Hermelinda y sus hijos restantes regresaron a Tacna, asimismo ella decía: “Que la redención de Tacna se había conseguido con el sudor y la sangre de innumerables mártires, que la nación peruana debe valorar debidamente”.

4. Reincorporación de Tacna a la Republica del Peru

El 9 de junio de 1926, el general Lassiter declara la “impracticabilidad del Plebiscito” por falta de garantías de parte del gobierno chileno. Más adelante, el 30 de noviembre de 1926, el Secretario de Estado Kellog propone la cesión Tacna y Arica a Bolivia a cambio de una compensación dineraria y así mismo la internacionalización del morro de Arica. Al final, en la ciudad de Lima se llevó a cabo una reunión el año 1929, en la cual el presidente Augusto B. Leguía y el plenipotenciario chileno Emilio Figueroa Larraín se reunieron para la firma del Tratado de Lima.

La noticia del Tratado de Lima llegó el 4 de junio de 1929 a los tacneños que lo recibieron de una forma muy cautelosa ya que la palabra de Chile estaba desacreditada por la ocupación. En tanto, en el cumpleaños del Director del Liceo de Tacna, Luis Eduardo Zuniga brindó un mensaje sobre la heroicidad tacneña a los alumnos el 21 de julio de 1929. En tanto, el Decreto del 14 de agosto se organizaron las Fuerzas de Policías en el Departamento de Tacna, cuyo efecto tuvo lugar en agosto de 1929 para instalar los servicios que debería prestar la Guardia Civil.

En Palacio de Gobierno, el presidente Leguia había nombrado la Delegación Peruana presidida por el Ministro de Relaciones Exteriores, Pedro Jose Rada y Gamio; y la integraron el Representante del Senado, el Senador por Tacna y general Jose Ramon Pizarro; el diputado por Andahuaylas el doctor Arturo Nunez Chavez, en representación de la Cámara de Diputados; el Vocal de la Corte Suprema el doctor Jose Angel Gustavo Cornejo, en representación del Poder Judicial; y el Obispo de la Diócesis de Arequipa el Monsenor Mariano Honguin, en representación del Poder Eclesiastico.

En la ceremonia de entrega de Tacna en la Prefectura estuvieron los delegados el doctor Rada y Gamio y el intendente Robles. Al culminar la misma media hora después, ambos delegados se abrazaron. Finalizado este acto de la casa Prefectural irrumpió el público en los salones con el objeto de saludar al Ministro y a las autoridades. Acto seguido vinieron las palabras del intendente don Gonzalo Robles, presidente de la delegación chilena, quien dijo: “Señores: En cumplimiento del Tratado del 3 de (junio) del presente año, corresponde a las autoridades chilenas retirarse del sector señalado en ese histórico documento con aplausos de todo el continente americano. Chile y Perú no han trepidado de hacer mutuos sacrificios en aras de la paz definitiva en pro de una indestructible amistad entre las dos naciones”.

De parte de la Comisión peruana, el doctor Pedro Rada y Gamio, el máximo representante de delegación, dio sus palabras siguientes: El “recibir los territorios que se reintegran al Perú (...)en cumplimiento del Tratado y Protocolo Complementario, celebrados el 3 de junio de 1929(...)”. Asimismo agregó el delegado peruano que “cuando los pueblos tienen fe en sus destinos, cuando la médula de su nacionalidad no se atrofia, cuando no se rinden ante el becerro de oro ingresan a la tierra de promisión”. “La unión, la paz, la amistad todo lo engendran y vivifican (...). Estos territorios vuelven al Perú a respirar nuevamente el aire amoroso de la madre patria. La emoción de esta madre en este acto yo no puedo describirla. Las lenguas de las madres solo ellas lo saben hablar” (...). Para esta obra de fraternidad americana era necesaria la abnegada labor del ilustre presidente Ibanez en Chile y del gran presidente Leguia en el Peru. Nuestro mandatario ha tenido la gloria de coronar con feliz éxito esta magna empresa. Esta amistad se acrecentará día a día con proyecciones incalculables. Al recibir la delegación nacional, a nombre de presidente Leguia, estos territorios que vuelvan al Perú, invocando los manes de nuestros libertadores, fórmula ardientes plegarias por la ventura de estas tierras, perdurable como el sol que nos alumbra, como el mar que baña nuestras costas, como la perennidad del espíritu de nuestras nacionalidades, y porque sus triunfos y sus glorias no tengan jamás ocaso, todo bajo la protección de Dios”.

A las 2 p.m., los delegados del Perú y Chile, el delegado Gonzalo Robles, en nombre propio y en el de su colega Alberto Serrano, proceden a entregar al Perú, representado por el delegado doctor Pedro Jose Rada y Gamio, la ciudad de Tacna, junto con todos los territorios que quedan al norte, en la línea de frontera establecida en el artículo 2 del Tratado Peruano-Chileno de 3 de junio de 1929. A esto, el delegado peruano doctor Rada y Gamio acepta y recibe en nombre del gobierno peruano la ciudad y los territorios mencionados anteriormente. Ambas delegaciones convinieron firmar de manera separada.

En cuanto a la Plaza de Armas había una multitud de todas las clases sociales que vivían en el Perú y cantaban el himno y aplaudían al gobierno. Desde la residencia del Prefecto, se dispuso la salida a la Plaza de Armas y posteriormente hacer el desfile desde el Pasaje Vigil. El cortejo avanzó entre aplausos y llegó a la Plaza de Armas. Inmediatamente después iban el doctor Rada y Gamio junto a los miembros de la delegación y de la nueva municipalidad, el prefecto, los comandantes de las armas, miembros de la guardia civil y otras autoridades. El acto más ostensible fue el izamiento de la bandera nacional en el asta en la Intendencia, pero al tratar de izar la enseña peruana, por el peso, la cuerda se rompió, cuando ya la banda militar había ejecutado los primeros compases del himno nacional. Los integrantes desconcertados al no encontrar solución, prosiguieron al interior del edificio con los actos programados como la juramentación del alcalde y sus concejales.

Luego la delegación peruana acompañada por los miembros del clero, los vocales de la nueva Corte Superior, la junta de notables, los profesores y preceptores procedió a tomar juramento a las autoridades ediles. De esa manera el Dr. Rada y Gamio tomó juramento al Alcalde Vargas y a sus regidores, leyendo el decreto de nombramiento del doctor Ernesto Barreto. Seguido del acto protocolar donde se entrega la ciudad para organizar sus servicios y ofreciendo el apoyo del gobierno. Al final, el alcalde don Armando Vargas Blondel agradeció el discurso al canciller Rada, siendo aplaudido.  

Mientras se tomaba el juramento, en frente un joven llamado Edgar Empson Gallego subió por el escalador de la torre de la Iglesia seguido del aliento dado por la población.  Empson llegó a lo más alto, levantó con esfuerzo la calamina de la torre, desclavó una pequeña antena de madera colocada allí por la empresa de telégrafos y amarrando la bicolor la hizo flamear libremente. Fue en ese momento que la multitud aplaudió largamente, el fervor se contagió y se coreó el Himno Patrio. De la siguiente manera describe el momento el cronista Carlos Villena: “nunca parece haber oído de labios humanos más tertura y calor en el canto de Somos Libre, como una plegaria de gratitud por la libertad que alcanzaba y como una imprecación al destino por tan larga como cruel adversidad”.

Pasado las dos de la tarde, una columna de guardias civiles llegó al punto de servicio en la Comisaría donde hicieron el saludo militar y se procedió a darse un abrazo con los carabineros en los puestos de servicios. A su vez, los carabineros formaban su columna y avanzaban. En otro lugar donde estuvo ubicado el cuartel del Ejército de Chile “Rancagua”, esta base militar fue sustituida por el nombre de “Ayacucho” donde se alojó el Regimiento de los Husares de Junin.

Seguido del izamiento de la bandera en la Iglesia, el doctor Rada y Gamio y los delegados se desplazaron a l edificio de la Sala de Audiencia. Allí sería el lugar de la Corte Superior de Justicia de Tacna y Moquegua para el juramento de los vocales. Llegado al lugar, el máximo representante de la delegación tomó juramento al Presidente, doctor Carlos Tellez Arce, y los vocales de la Corte Superior. Fue el Vocal decano, Miguel Angel Cornejo quien tomó juramento al presidente de la Corte, doctor A. Tellez, quien a su vez juramentó a los demás Vocales. Finalizada la toma de juramento el ministro Rada y Gamio declaró inaugurada la Corte Superior.

Todos los Actos de Entrega llegaron a su fin en la Plaza de Armas, la población clamaba la presencia de los delegados y el Doctor Rada salió al balcón de la Intendencia. El máximo delegado Rada y Gamio dio algunas palabras en nombre del presidente Augusto B. Leguia y el obispo Holguín le siguió con una reflexión. Terminado todo los eventos se inició el desfile militar por las fuerzas de los Husares de Junin, de la Guardia Civil y de la policía de seguridad. En las plazas públicas fue le di un bando que anunciaba la Reincorporación de Tacna a la soberanía peruana.

5. Conclusiones

Producto de la ocupación chilena de Tacna, el gobierno de Chile otorga a Manuel Baquedano la jefatura del Ejército de los territorios de Tacna y Arica de mayo a agosto de 1880. Fecha que asume Euselbio Lillo con el cargo de la Jefatura de agosto de 1880 a 1882. Seguido por Jose Soffia de agosto de 1882 a septiembre de 1884, quien hizo una gestión poco sobresaliente y asume la recién creada Jefatura Política Militar e inicia la chilenización.

En la Memoria de 1900 del ministro Errazuriz Urmaneta se menciona el proceso de La chilenización con algunas de estas medidas. La primera medida fue el traslado de la Jefatura Militar de Rancagua a Tacna el 27 de marzo de 1900 y el 23 de abril se trasladó la Corte de Apelaciones en la misma ciudad. El responsable de llevar a cabo estos abusos y atropellos a los tacneños fue Manuel Francisco Palacios, intendente de Tacna entre el 1 de julio de 1893 y 1901, prohibió el izamiento de la bandera el 28 de julio de 1898. Esto fue un adelanto de las políticas de colonización, expulsión, persecución, desaparición y muerte que veremos a continuación.

La política de colonización llevada a cabo por el Intendente Maximo Ramon Lira estableció un grupo de presidiarios llamado “La Mazorca”, este grupo utilizó la fuerza contra la población peruana. El Intendente Maximo Roman fue convocado a Santiago para establecer el Comité Chilenizado de Tacna y Arica, quien la preside Lira y tenía la misión de asegurar el éxito chileno del Plebiscito. 

Por otro lado, la política de expulsión entre 1918 y 1920 bajo el mando del Intendente Suplente el general Victor Rojas se llegó a deportar a varias personas como el ingeniero Carlos Valverde, el ingeniero Roberto Vaccaro y otros. También podemos incluir el caso en 1920 del Capellán de Putre Presbítero español Domingo Martinez Gago deportado a El Callao, así se sacó de camino a los peruanos que iban a votar a favor del Perú en el Plebiscito.

La política de persecución de 1921 a 1924 fue otra forma de los ataques a la población de Tacna. Aquí mostramos los casos de los hermanos Carlos y Roberto Nalvarte quienes fundaron el semanario “La Patria”. El otro caso fue el de Miguel y Mateo Reynoso Vigil de Pocollay fueron acusados de quemar al sargento Moraya. Menos aún los extranjeros se salvaron de la persecución, porque el francés don Carlos Metroid que compartía reunión con los tacneños fue atacado y a los meses falleció.

Por último tenemos la política de desaparición y muerte de varios tacneños. El caso de Jose Gambetta y su hija Clara quienes fueron convocados a la Comisaría de Carabineros de Tacna y luego detenidos y ejecutados. En la zona de Tarata ocurrió lo mismo a Manuel Silvestre Lopez quien era un comerciante que se le preguntó por la preferencia de votación del Plebiscito y Lopez indicó que apoya al Perú. En uno de sus recorridos de Tarata a Tacna fue aniquilado y su cuerpo encontrado en el puesto de control de Carabineros. El último caso que se menciona es el de los hermanos Rejas que se negaron a aceptar el voto a favor de Chile y fueron convocados al cuartel general donde fueron apresados y transportados a la Quebrada del Diablo para ser ejecutados.

Ante la impracticabilidad del Plebiscito el 9 de junio de 1926 por el general Lassiter. Luego el Secretario de Estado Kellog propuso la fórmula de la cesión de Tacna y Arica a Bolivia. Al final en Lima se reunieron el presidente Leguia y el plenipotenciario chileno Figura que terminó en la firma del Trabajo el 4 de junio de 1929. Para esto el presidente del Perú nombra a los delegados dirigidos por Pedro Jose Rada y Gamio. El 28 de agosto de 1929 en la Intendencia se hizo la ceremonia de Entrega de la región de Tacna. Los delegados peruanos hicieron un desfile hacia la Plaza de Armas desde el Pasaje Vigil para izar la bandera, pero el mástil se rompió. En eso Edgar Epson Gallego subió escalando la torre de la iglesia para colgar la bandera. Después de las 2 de la tarde, en la Comisaría se hizo el cambio de servicio de los carabineros a los miembros de la Guardia Civil. En la misma sala de la Sala de Audiencias se tomó juramento a los Vocales de la Corte Superior. Por último, los Actos de Entrega concluyeron en la Plaza de Armas donde el pueblo clamaba hasta que apareció el delegado Rada y Gamio para dar algunas palabras. Así en las plazas publicas un bando anunciaba la Reincorporación de Tacna a la soberanía peruana.

7. Referencias 

Cavagnaro Orellana, L. (2019) Materiales para la Historia de Tacna Tomo XXVI Reincorporación (1927-1930). Egesur, pp. .

Choque Alanoca, E. (2016) Historia de Tacna - Síntesis histórica de sus pueblos. Instituto de Ciencias Sociales del Perú, pp.127-128, 154-155, .

Colección “Para que nunca olvides”. (Agosto de 2013) Historias del Cautiverio de Tacna. P. 3. https://issuu.com/lcohailag/docs/para_que_nunca_olvides/3.

Morales Arias, C.E. (1979) El Calvario de Tacna (1879-1929). Janette Morales Arias, p.18.

Zora Carbajal, F. (1987) Tacna: Historia y Folklore. Cooperativa San Pedro, pp. 299-300, 300-301, 301, 297, 298.