Gobernanza Marítima Inca: Estado y religión

Columna: Okeanos




Por: Marco Roncagliolo


Los incas llamaron a su imperio Tahuantinsuyo, que significa "las cuatro partes unidas". Este término indica la extensión de la soberanía inca sobre el mundo andino, abarcando desde los desiertos de la costa, pasando por las altas montañas, hasta la húmeda selva de la cuenca amazónica. Para entender la manera en que los incas y las élites intentaron mantener su poder, resulta importante conocer los factores militar, político, económico e ideológico.

La primera expansión del control inca ocurrió en la región central altoandina. Para mantener unido al imperio, Pachacútec dejó las conquistas y comenzó a enviar a sus hijos al mando de sus ejércitos. Posteriormente, las poblaciones se rebelaron contra Túpac Yupanqui, el sucesor de Pachacútec. El nuevo Inca realizó una reconquista con objetivos múltiples. Tras vencer, Túpac Yupanqui justificó su poder en las regiones provinciales basándose en la resistencia local. La mayoría de los cronistas menciona que durante el reinado de Huayna Cápac, las provincias incas estaban pacificadas (Covey, 2023, p. 48).

El gobernante inca estaba en la cima de la jerarquía política, asesorado por el consejo de nobles en Cusco. En la escala inferior se encontraban los líderes del pueblo o kamayuq. Los incas establecieron una administración decimal en áreas altoandinas. Sin embargo, en la costa norte, los gobernantes cooperaban para conservar su poder político. En la costa sur, una crónica narra que un gobernante Chincha conservó el control político en unidades decimales. Los señores de grupos de pescadores que controlaban comunidades repartidas a lo largo de la costa reconocían la soberanía de quienes controlaban a las poblaciones de agricultores y artesanos en los valles más grandes.

En el momento en que los ejércitos incas llegaron a la costa, encontraron valles con especialización económica. Las élites costeras usaban estos productos para construir monumentos religiosos y tumbas. Reubicaron a los plateros chimúes y a otros artesanos a la capital inca. También se indica que los incas evitaron que los comerciantes de la costa negociaran con poblaciones altoandinas, restringiendo las ferias de trueque a festivales promovidos por el Estado. La población de la costa explotaba ricos bancos de pesca en el océano Pacífico. Además, El Niño expone las tierras agrícolas productivas a perturbaciones causadas por terremotos y tsunamis (Covey, 2023, p. 52).

La participación inca en la religión de las provincias se manifestaba en los santuarios y peregrinaciones regionales. La gente de la costa consideraba de gran importancia el santuario de Pachacámac. Los incas afianzaron su presencia religiosa en esos lugares. En Pachacámac, los incas levantaron un templo del Sol y un complejo donde podían vivir las mamaconas (Covey, 2023, p. 52).

En las provincias, la administración inca seguía principios básicos aplicados. Existían alrededor de 80 provincias, cada una con 20.000 a 30.000 contribuyentes. Cada nivel de organización era administrado por una persona reconocida o designada por el gobierno. En este tipo de organización, la mayoría de las dependencias eran ocupadas por personas de origen inca. Por ejemplo, el señor de Chincha, en la costa, podía ocupar cargos elevados. En segundo lugar, muchas de las actividades estatales eran supervisadas por señores de otras etnias (Covey, 2023, p. 58).

Pachacámac fue uno de los centros ceremoniales y de peregrinación. La presencia inca involucró la remodelación del entorno construido, especialmente aquellas áreas vinculadas al control del flujo de visitantes. Tal fue el caso de la Plaza de Peregrinos, preparada para recibir a los visitantes de las diferentes regiones andinas que llegaban hasta Pachacámac por los caminos del Capac Ñan (Rucabado, 2023, p. 97). La Spondylus, conocida como mullu en quechua, eran "hijas del mar" (Mamacocha) y se ofrecían a las fuentes y manantiales. Durante el imperio inca, el transporte de Spondylus se realizaba por vía marítima hasta Tumbes y desde allí se usaban las vías terrestres del Capac Ñan. Como ofrendas para la propiciación de las lluvias, estas podían ser depositadas en grandes cantidades (Rucabado, 2023, p. 268).


Referencias

Covey, R. (2023). Inca Apocalypse: The Spanish Conquest and the Transformation of the Andean World. En R. Kusunoki, C. Pardo, & J. Rucabado (Eds.), Los incas: Más allá de un imperio (pp. 48–58). MALI.


Kusunoki, R., Pardo, C., y Rucabado, J. (Eds) (2023). Los incas. Más allá de un imperio. MALI, pp.   

Rucabado, M. (2023). Pachacamac: Arqueología y Territorio en los Andes Centrales. Fondo Editorial de la Pontificia Universidad Católica del Perú. En R. Kusunoki, C. Pardo, & J. Rucabado (Eds.), Los incas: Más allá de un imperio (pp. 97–268). MALI.



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